September 21, 2015

10 cosas sobre la mayordomía

10 cosas que aprendí sobre la mayordomía al entrevistar varias personas alrededor de la Iglesia:

1. Educación. Para que las personas puedan entender y ser parte de la mayordomía tienen que primero entender lo que significa – desde lo más básico (el significado de la palabra) hasta lo más profundo (damos porque estamos agradecid@s). Hay personas que vienen de la tradición Católica Romana donde dan “limosnas” y donde no hay necesidad de dar para ayudar con el edificio y sus gastos y con el pago del/de la sacerdote. Hay personas que vienen de la tradición Evangélica donde a veces se pide demasiado y se presiona o hace sentir mal a las personas que no pueden dar. Así que hay que tener estudios Bíblicos, sermones, y cursos sobre la espiritualidad de darle a Dios.

2. Hay diferentes maneras de dar nuestro talento, tiempo, y tesoro. En varias parroquias la gente no tiene dinero para poder dar una ofrenda o diezmo por falta de trabajo o pobreza y dan de otras maneras. En una Iglesia, las personas van a limpiar por algunas horas y eso quiere decir que no se necesita pagar a otra persona o compañía para la limpieza. En otra iglesia hay un electricista - que ganaría $150/hora - que ha hecho bastante trabajo sin cobrar. Hay personas que dan cientos de dólares al donar su talento y tiempo y sus sacerdotes/as, como el Padre Pedro López lo toman como ofrendas o diezmos y hasta incluyen ese dinero que hubieran gastado en los pagos de esos servicios en el presupuesto.
3. No hay una manera de hacer la mayordomía que funciona en cada parroquia. Cada parroquia/misión es diferente y cada persona también lo es. Unas Iglesias dan sobres para sus ofrendas, otras no tienen un sistema establecido. Hay iglesias donde la gente puede dar sus ofrendas por el internet. No todo lo que se trata va a funcionar, así que hay que seguir tratando hasta encontrar lo mejor para la parroquia.

4. El/la líder de la comunidad tiene que dar el ejemplo. Vari@s líderes dijeron que ell@s dan su ofrenda/diezmo primero para que la congregación vea que toman la mayordomía en serio. También tienen que mostrar que están dispuest@s a dar su talento y tiempo. Si deseas que l@s feligreses hagan algo, hazlo tú primero. El/la líder debe participar y ser puntual en los eventos donde se espera que la feligresía dé su tiempo y talento. Cuando la Iglesia ve a sus líderes dando su tiempo, tesoro, y talento ell@s también lo harán. Aprendemos más de los ejemplos que de las palabras.

5. Si estás en una parroquia donde hay un grupo Latino y un grupo Anglo, no siempre puedes utilizar la misma campaña de generosidad/ contribuciones/ mayordomía. La Rvda. Sandra Castillo dice que ella hace diferentes presentaciones para sus diferentes congregaciones porque cada grupo tiene sus propias necesidades y cultura. Si tu parroquia es bilingüe, hay que tratar de encontrar una manera donde tod@s puedan participar y eso quiere decir que tal vez tienes que tener múltiples opciones.

6. La congregación y l@s líderes tienen que entender que el monto no es importante, sino el compromiso. Esto viene con la educación y el tiempo. Estar comprometid@s y tratar de llegar a alguna meta que se ha propuesto cada persona es vivir una fe activa y completa. La Rvda. Carla Roland Guzmán dice que cada persona puede tratar de comenzar con el 2% y que suba poco a poco hasta llegar a su propia meta para su dádiva a Dios y al ministerio. Y mientras cambie de trabajo la persona o pasen diferentes cosas en su vida, el monto sube y aun puede bajar. Pero es cada persona y Dios. La mayordomía tiene que ver con la madurez, educación, y modo de vida de cada cristian@.

7. La transparencia con la congregación es de suma importancia. La congregación debe ver el presupuesto de la Iglesia periódicamente y entender los costos que tienen que pagarse mensualmente. Algunas personas nunca han visto un presupuesto y no entienden lo que es. Y otras no saben que en la Iglesia Episcopal somos la Iglesia que ayuda con todos los gastos. Así que, como parte de la educación, se puede presentar el presupuesto actual e ir línea por línea para explicar cada costo y cada entrada. Cuando esto se hace a menudo, la comunidad también puede ver cómo ha mejorado en sus donaciones, diezmos, y ofrendas hacia el ministerio de su Iglesia y puede ver las necesidades que hay.

8. El discipulado y la mayordomía van mano a mano. Cada persona es llamada a entregarse a Dios y seguir los pasos de Jesús y con la entrega viene entendimiento. Cuando una persona entiende que es parte de una comunidad de fe y que hay que cuidar esa comunidad es más fácil que entienda que hay gastos y necesidades donde puede ayudar. Cuando las personas sienten que están es “su Iglesia” y son miembr@s y pertenecen a esa comunidad – es fácil abrir la conversación sobre la promesa anual, el diezmo, y las ofrendas.

9. Hay que dar testimonio de lo que Dios hace en nosotr@s y en la vida de todas las personas que tienen la disciplina de dar sus diezmos (o que estamos tratando de llegar al diezmo) y sus ofrendas. El Rvdo. Alex Montes-Vela nos dice que cuando él y su esposa, Thi, comenzaron su caminata hacia el diezmo pensaban que no iban a tener suficiente si daban el diezmo. Cuando lo hicieron, se dieron cuenta que siempre tenían dinero para todo. Dice que sus prioridades y vida cambiaron al comenzar esa caminata de fe. Y como él, hay muchas personas que tienen un testimonio similar y la congregación necesita escucharlo.

10. No se puede hacer lo que “siempre se ha hecho” y esperar diferentes resultados. Hay que cambiar nuestra manera de pensar sobre la mayordomía. Hay que conocer a nuestra comunidad para saber lo que necesita y cómo ayudarla a crecer en todo sentido. Como dice en 2 Corintios 9:7 Cada persona debe dar según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama a la persona que da con alegría. Y gracias a Dios, ama también a las personas que no dan y a las que dan renegando.