August 30, 2013

Comunidades Latinas y la Reforma Migratoria

Es de mucho admirar el trabajo que en casi todos los estados de este país están llevando a cabo las comunidades latinas que se esmeran, luchan y se han organizado en diferentes maneras y con varias estrategias para cambiar el voto de senadores y representantes que se han declarado en contra de la Reforma Migratoria y cuyos votos son necesarios para que dicha reforma sea aprobada.

Este trabajo que considero dedicado y conmovedor, solamente se puede apreciar participando en reuniones comunitarias, en vigilias interreligiosas, llenando peticiones, siendo acompañantes en manifestaciones y lo que se necesite para ablandar los corazones de las personas en puestos de poder que se niegan a apoyar a los once millones de seres indocumentados que desde hace años son parte esencial de la vida y la economía de este país. 

Valga ofrecer aquí, un ejemplo del trabajo comunitario que mantiene viva la lucha por una reforma migratoria que se espera llegue pronto y sea justa. Las salas de los hogares se ofrecen como centros de reunión, no sólo para conocerse y escuchar historias de vida que se comparten de manera sencilla y solemne, sino también para apoyarse y aprender sobre cómo mejor organizarse como comunidad. Desde que se entra en esos recintos sagrados, se siente el calor del abrazo, los saludos y la bienvenida amistosa de sus habitantes. Aprender a expresarse de manera clara, concisa, con honradez, en el menor espacio de tiempo, hablando del corazón y directo al corazón del que te escucha, es parte del aprendizaje de las diferentes estrategias que se emplean.

La conversación en estas reuniones es amena, fluye con ánimo y esperanza. Se escuchan adelantos noticiosos, se discuten y se aceptan en consenso ideas, planes, opiniones y sugerencias y dentro de una gran cordialidad se deciden los pasos a seguir. Al final, se hace hincapié en el ir con fe y esperanza y que al presentarse en las oficinas de los respectivos representantes, el objetivo es captar su atención con sus historias personales, pensar que si esas historias no conmueven o cambian de parecer al que las escucha, se prepararán otras estrategias que existen y que se pueden emplear. “Mantener la cabeza fría es importante” expresa una de las madres del grupo de DREAMers’s MOMS presente en la reunión.

Es imposible no conmoverse con las historias de estas comunidades. Es incomprensible que al escucharlas no nos llenemos de compasión por estos seres humanos que en su mayoría se han visto forzados a dejar su país de origen, en busca de la sobrevivencia propia y la de sus familias. Estas son historias llenas de esperanza de por fin pertenecer a este país como ciudadanos con derechos, historias de agradecimiento por la oportunidad de trabajar, de tener un hogar y una familia, y de un profundo deseo de que algún día puedan dejar atrás el miedo a ser deportados o a separarse de sus hijos e hijas nacidas en esta nación de inmigrantes.

La reforma migratoria necesita aliados y aliadas que se unan a hacer lo que les corresponda para que se apruebe y así se normalice la situación y se realice el sueño de tantos millones de personas. Como dijo el padre de familia que tuvo la fortaleza de abrir las puertas de su hogar para la reunión a la que asistí como invitada - “Ya no quiero sentir ese gran temor que me invade a diario, el miedo de que al salir a trabajar no tenga por seguro que voy a poder volver a mi hogar, a mis esposa y a mis hijos”.