March 16, 2012

La Inmigración Nos Compete a Todos

Estados Unidos no puede escapar a los efectos de la inmigración. Los movimientos migratorios han influenciado a este país desde la época de la independencia y estos grupos humanos han llegado de todas partes, creando una estructura social muy peculiar y diferente a la de otros países, atomizando los núcleos poblacionales por raza y por cultura más que por nivel socioeconómico, que también existen. 

El rechazo a los inmigrantes también viene de vieja data en este país, algo que muchas veces se utiliza para “demonizar” a los estadounidenses, cuando en realidad es una reacción natural y comprensible que afecta a cualquier colectivo humano cuando siente que otro “invade” su territorio.

En la época colonial, los ciudadanos de la nueva nación ya rechazaban a los recién llegados, personajes como Benjamín Franklin temían que el arribo de inmigrantes alemanes podría acabar con el idioma y la tradición de una nación que aún no cumplía el primer siglo, que acababa de nacer. Desde allí, pasando por las oleadas de asiáticos, inmigrantes europeos a comienzos del siglo XX y hasta nuestro días, cuando los movimientos migratorios están liderados por mexicanos y centroamericanos, fue el recorrido que Carlos Díaz hizo en un pequeño seminario patrocinado por el Instituto para la Educación Teológica y del Ministerio (IMTE por su sigla en inglés).

Bajo el nombre de ¿Es la inmigración parte de nuestras vidas?, el encuentro, realizado en la Iglesia Christ Church en Norcross, GA, permitió también compartir experiencias de inmigrantes más recientes – incluyendo la de quien escribe – y también permitió ahondar más en la curiosidad de aquellos, que nacidos en Estados Unidos, no tenían noción de la realidad actual de las políticas inmigratorias del país, caducas e inoperantes, algo que los propios enemigos de la inmigración no ponen en duda.

Carlos Díaz es un inmigrante que no lo es, pues por haber nacido en Puerto Rico es ciudadano estadounidense, pero es culturalmente hispano, una dicotomía curiosa que es parte de la realidad de muchos en este país.

En los últimos veinte años, Carlos ha trabajado en el desarrollo de plataformas comunicacionales y de medios para América Latina, eso incluye varios años trabajando para CNN en Español.

Graduado de Yale, tiene una maestría de la Escuela de Negocios de Harvard y cursó dos años de Educación Teológica en la Escuela de Teología Andover, en Newton.

El choque de la referencia histórica presentada por Díaz refleja que la lucha por el establecimiento de inmigrantes en territorio estadounidense es más vieja de lo que muchos pensaban y además, llega muy a propósito en una época donde el tema es motivo de debates políticos en varios estados que intentan establecer leyes migratorias locales para restringir y controlar el flujo de inmigrantes ilegales, no menos importante es que este - 2012 – es un año electoral. También fue la primera acción de la Iglesia Episcopal – al menos en Georgia – para educar en un tema tan controversial y que despierta tantas pasiones. 

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