November 2012
Liturgy, Music, & Leadership

El Reto de la Biblia

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Los estudios revelan que de lejos el factor número uno en el crecimiento de la iglesia y en el desarrollo espiritual es tener un vínculo constante con las Escrituras. Esto, sin embargo, no ha sido algo predominante para la mayoría de los episcopales. La historiadora de la iglesia Diana Butler Bass señala que los episcopales son los más instruidos de los más de 20,000 grupos cristianos en Estados Unidos, pero que se clasifican casi últimos en lo referente al conocimiento de la Biblia. La ironía es que casi todas las iglesias en expansión en Estados Unidos sobresalen en estimular y apoyar a sus miembros a que lean la Biblia a diario.

En lugar de ello, los episcopales leen la Biblia en voz alta durante el culto. Sin embargo, los estudios revelan que el 95% de lo que se oye se olvida en un plazo de 72 horas. Los episcopales ofrecen estudios de la Biblia, pero menos del 5 por ciento de nuestros miembros participan en un estudio de la Biblia.

Un nuevo ministerio llamado The Bible Challenge (El Reto de la Biblia) que mi parroquia y yo iniciamos en 2011 en la Iglesia Episcopal St. Thomas en Fort Washington, Pensilvania, ha utilizado la Biblia de una nueva manera que está teniendo un impacto nacional y global.

El Principio

El Reto de la Biblia nació el día de Navidad de 2010 cuando estando sentado junto a la chimenea leí en el boletín de un amigo que estaba invitando a los miembros de su iglesia a que leyeran la Biblia completa con él en un año.

La idea me llamó mucho la atención. Debido a que faltaba poco para que empezara el nuevo año, no parecía haber suficiente tiempo para invitar a mi parroquia a que se me uniera, pero podía ver el beneficio de hacerlo por mi cuenta.

Por más de 20 años había leído fielmente el Leccionario, sabiendo que omite muchas de las partes más difíciles de las Escrituras. Creo que muchos de los pasajes omitidos están relacionados con lo que leemos en la primea plana de los diarios y que, por lo tanto, previenen que los episcopales hagan preguntas teológicas difíciles de responder.

La idea de volver a leer todos los libros de la Biblia en orden y de ver la manera en que la narrativa forma una unidad parecía ser un gran reto.

Sintiéndome espiritual y físicamente agotado, emprendí la tarea de reponer mi propia alma. Empecé a leer el Génesis y pronto añadí un salmo todos los días y un capítulo del Nuevo Testamente a los tres capítulos del Viejo Testamento que estaba leyendo a diario. Poco tiempo después elaboré un plan de lectura para leer la Biblia completa en un año.

Al releer la Biblia mi espíritu se revitalizó de tal manera que el 1º de enero decidí invitar a algunos amigos de la parroquia para que se me unieran. Recurriendo a mis conocimientos de mercadotecnia, envié invitaciones personales a miembros de nuestra iglesia y posteriormente a amigos en otros lugares. La respuesta fue realmente notable. Muchos respondieron, “Gracias por el empujoncito. Siempre he querido hacerlo. Cuenta conmigo”. En un mes teníamos más de 180 miembros y más de 90 amigos participando en lo que llamamos El Reto de la Biblia (The Bible Challenge).

Los Resultados

Vivimos en una cultura en la que la gente desea tener un reto y poder medir lo que logró. Leer la Biblia completa en un año es uno de esos retos, así que invité a la gente a que adoptara una resolución espiritual para el año que se iniciaba y diseñé un sistema de rendición de cuentas para brindar apoyo y ayudar a los participantes a mantener su dedicación.

Dos años después, el conocimiento bíblico en St. Thomas ha aumentado mucho y una gran parte de nuestros miembros han desarrollado una disciplina espiritual de leer la Biblia a diario.

También está teniendo un enorme impacto en nuestra iglesia. Hasta ahora los donativos prometidos para 2013 aumentaron un 27%. Siempre hemos tenido una buena mayordomía, pero nunca como ésta. El Reto de la Biblia nos ayudó a formar cristianos profundamente enraizados en la Biblia con una fe profunda y contagiosa que los encamina al servicio cristiano.

Diseminar la Palabra

Creamos el Centro de Estudios Bíblicos (http://thecenterforbiblicalstudies.org) para compartir el Reto de la Biblia nacional y globalmente. Unos años después más de 2,000 feligresías en 27 países están participando y más de 30 obispos episcopales y anglicanos están liderando sus diócesis en el Reto de la Biblia. La Convención General refrendó el Reto de la Biblia y está instando a todos los episcopales, así como a todas las iglesias y diócesis episcopales, a que participen en él.

El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, apoya el Reto de la Biblia, como lo hacen los arzobispos de Gales, Ciudad del Cabo, Asia Sudoriental, Nueva Zelandia y México.

¿Por qué Aceptar?

El Reto de la Biblia está diseñado para ayudar a los episcopales y a los anglicanos a crear una práctica espiritual diaria. En la actualidad, el episcopal promedio va a la iglesia una vez por mes, y no se puede progresar en ninguna cosa haciéndola sólo cada 30 días.

Tratar de comprender la Biblia leyendo unos pocos versos en voz alta en la iglesia todos los domingos es como tratar de escuchar ocho compases de la Novena Sinfonía de Mahler una vez por semana por 52 domingos. Es imposible comprender su belleza y oír cómo forma una unidad. Y ciertas partes importantes de la Biblia, como los Proverbios o incluso la historia del Arca de Noé rara vez se leen en la iglesia. En su Libro de Oración Común publicado en 1549, el arzobispo Thomas Cranmer no propuso leer el Leccionario, sino la Biblia completa.

El objetivo final del Reto de la Biblia es ayudar a las personas a crear una disciplina vitalicia de hacer que las Escrituras sean parte de su vida y por lo tanto convertirse en cristianos más dinámicos. Como lo señala uno de los miembros de nuestra junta parroquial, “Ésta es una de las experiencias más gratificantes de mi vida. Mi momento favorito es levantarme primero los fines de semana y sentarme con mi taza de café y mi Biblia. Casi me siento desilusionado cuando es hora de dejar de leer”.

Para Empezar

Muchos participantes en el Reto de la Biblia leen una Biblia impresa, pero cerca de la mitad descargaron la Biblia en iPad, iPhone, Kindle, Nook o Droid. La leen en el avión, cuando van al trabajo en tren o en autobús, a la hora del día en que desean hacerlo. Pueden leer la Biblia lentamente o concentrarse en un evangelio o en el Nuevo Testamento. Las parroquias y las diócesis pueden adoptar el Reto de la Biblia como les parezca mejor.

También estimulamos a las iglesias a que formen grupos de apoyo llamados el Club del Buen Libro o Conversación Inteligente Sobre la Biblia, pero no insistimos en que los participantes tengan que asistir.

“El tiempo está maduro para ese desafío”, señala la obispa Shannon Johnston de la Diócesis de Virginia, donde 122 iglesias están participando en El Reto de la Biblia.

La Rev. Paige Blair, rectora de la Iglesia St. Peter´s, en Del Mar, California señala, “El Reto de la Biblia está enriqueciendo todos los aspectos de nuestra vida parroquial, desde el culto hasta la hermandad hasta la formación de misión. Estamos hablando sobre esta experiencia en todos los rincones de la parroquia, vinculando historias bíblicas a nuestras vidas cotidianas”.

Para obtener más información y ver cómo el Desafío de la Biblia puede tener un impacto en su vida o en la vida de su congregación y diócesis, visite: www.thecenterforbiblicalstudies.org o envíeme un mensaje por correo electrónico a: mzabriskie@stthomaswhitemarsh.org

Marek P. Zabriskie ha sido rector de la Iglesia Episcopal St. Thomas en Whitemarsh, Pennsylvania desde 1995. Antes de haber sido llamado a la Iglesia Thomas fue vicerrector de la Iglesia St. James en Richmond, Virginia y asistente del rector en la Iglesia St. George's en Nashville, Tennessee. Originariamente de Boston, Massachusetts, Marek estudió filosofía y se graduó en Emory University en Atlanta, Georgia antes de asistir al seminario en Yale Divinity School en New Haven, Connecticut. Entre la universidad y el seminario, Marek estudió francés en París, Francia y trabajó tres años como periodista en Atlanta y en Nashville.

Recursos

This article is part of the November 2012 Vestry Papers issue on Liturgy, Music, & Leadership