January 2014
Vestries: Listen to God's Call

¿Selección apostólica? Cómo elegir miembros

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Al reclutar gente para el ministerio de la junta parroquial encontré varios puntos de vacilación en los posibles candidatos. A menudo oí historias de personas que habían presentado candidatura y lo dolidos que se habían sentido al no ser elegidos. Otros sintieron que no eran suficientemente conocidos como para ser elegidos, a pesar de servir fielmente en la feligresía y de tener algo que ofrecer como integrantes de la junta parroquial. Cuando asumí la rectoría de St. James, Knoxville, Tennessee, vi una oportunidad para explorar el tema de la selección de los miembros de la junta parroquial. Tenía que haber una manera mejor que una elección que podría favorecer a los candidatos más populares y excluir a candidatos dotados.

Un amigo me contó que había servido en una parroquia en la que los miembros de la junta parroquial se elegían sacando al azar el número necesario de un conjunto de candidatos. Le pregunté a mi obispo, George Young, qué pensaba de este proceso y se entusiasmó mucho. De hecho, lo había empleado en una feligresía en la que había servido. Hablamos sobre el proyecto con el coadjutor y otros líderes. A continuación le presentamos la idea a la junta parroquial para que considerara permitir que se cambiaran los estatutos de nuestra parroquia. A la junta parroquial le gustó la idea y empezamos a informar el cambio propuesto a la feligresía.

En una carta a la feligresía, en el boletín de la parroquia y en anuncios los domingos mencionamos Hechos 1:15-26, donde Pedro pide a los apóstoles que elijan a alguien para que reemplace a Judas. Los apóstoles eligieron dos fieles, oraron y seleccionaron al azar. Evidentemente no pensamos que los miembros anteriores de la junta parroquial son como Judas, pero elegir candidatos fieles y pedir orientación a Dios resonó con muchos nosotros. También tuvimos dos oportunidades de hablar sobre el cambio en los estatutos durante foros públicos anteriores a nuestra reunión anual.

En nuestra reunión anual la discusión fue más acalorada que de costumbre. Los que disintieron lo hicieron principalmente por espíritu de democracia. Querían que su voto contara. Se señaló que este método de selección requería que consideráramos cuidadosamente nuestros nombramientos. También debatimos si permitiríamos que los presentes nombraran candidatos en este proceso. Decidimos permitir que los presentes nombraran candidatos e instamos a los feligreses a que en oración y deliberadamente participaran en el proceso de nombramiento. Al final de la reunión se aprobó un cambio en los estatutos que nos permitiría “seleccionar” a los miembros de la junta parroquial en lugar de “elegirlos”.

Hemos empleado este proceso por tres años. Nuestro comité de nombramiento, formado por los cuatro miembros que finalizan su mandato, considera cuidadosamente los candidatos a nombramiento. En nuestra última reunión anual presentamos ocho candidatos bien cualificados para cuatro puestos disponibles en nuestra junta parroquial. Durante la reunión compartimos historias de ministerio y nombramos a todos los candidatos como líderes capaces. Oramos por la orientación de Dios y recordamos el ejemplo de los apóstoles. Después elegimos a cuatro otros miembros de la feligresía para que vinieran y nos hablaran sobre un ministerio del que eran parte. A continuación se les solicitó que eligieran un nombre al azar de los ocho que se habían puesto en un cesto.

Ocho nombramientos era un número elevado para St. James. Creo que nuestro proceso de selección alentó a algunos que de lo contrario no se habrían ofrecido para servir en la junta parroquial. Hallo que los que no resultan elegidos no se sienten rechazados, sino afirmados por la feligresía. Este proceso requiere que la parroquia reconozca y nombre a los líderes fieles entre nosotros. Desde el punto de vista práctico, aprecio personalmente no tener que pasar por la logística de las papeletas y en lugar de ello concentrarme en historias de ministerios.

Meses después de que hicimos los cambios en los estatutos alguien me preguntó si seguiríamos con la idea de permitir que los presentes nombraran candidatos. Les preocupaba que ese método pudiera conducir a manipulaciones. Dije que esperaba sinceramente que todos los nombramientos se consideraran y realizaran antes de la reunión. Incluso así, admití que seguiríamos permitiendo que los presentes realizaran nombramientos y que probablemente eso era lo correcto. A ello el feligrés respondió, “¡Oh, usted realmente cree en Dios! Sí, creo en Dios. No me parece que votar por papeleta promueve dejar de creer, pero sí creo que el proceso de selección que empleamos requiere que los fieles confíen en que Dios nos guiará y nos proporcionará los líderes que necesitemos.

John Mark Wiggers es rector de la Iglesia Episcopal St. James en Knoxville, TN. Ha estado ordenado por 14 años y sirvió en Dothan, AL y Atlanta, GA. John Mark y su esposa Liz tienen dos hijos, de 14 y 8 años de edad. Disfrutan cocinar, jugar juegos de mesa y ver películas documentales. Toda la familia disfruta servir en campamentos y retiros espirituales de jóvenes. Esperan crear una banda de música familiar si los padres empiezan a practicar sus instrumentos.

Recursos

This article is part of the January 2014 Vestry Papers issue on Vestries: Listen to God's Call