March 2015
Advocacy

Belleza y defensa

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El intrincado y hermoso mundo natural en el que usted y yo nacimos está siendo agredido a una escala masiva y sin precedentes. La perturbación del clima, la extinción de las especies, la explosión demográfica, la desforestación, las toxinas ambientales… parecen ser algo sobrecogedor. ¿Cómo debemos responder los cristianos? ¿Qué podemos hacer? ¿Por dónde debemos empezar? ¿Cómo podemos atestiguar al Cristo Renacido que proclama vida, no muerte, que tendrá la última palabra y que nos confiere el poder de deshacernos del yugo de la apatía, la negación y la desesperación? 

El otoño pasado, la Diócesis Episcopal del Oeste de Massachusetts celebró su primera Temporada Anual de Creación, desde el 4 de octubre (día de San Francisco) hasta el último domingo después de Pentecostés (el Domingo de Cristo Rey). Durante esa temporada especial se invitó a las iglesias a que exploraran maneras de recuperar la índole sagrada del mundo natural y de responder al llamado de Dios de protegerlo (Génesis 2:15). 

El viento del espíritu 

Poco después de convocar una conversación sobre el cuidado de la Protección en St. James (Greenfield), recibí un mensaje por correo electrónico de una parroquiana que había sido una defensora a la naturaleza desde hacía tiempo, Elise Schlaikjer. Ella escribió: “Me sentó tan bien tener un sentido de una comunidad que se preocupa por las mismas cosas. En ocasiones me sentí muy sola, si bien darme por vencida nunca fue una opción”. Añadió que se sentía “como si el viento del Espíritu estuviera soplando por la diócesis y por la iglesia en general, librándonos de viejos patrones desgastados y sacando a relucir una nueva vida lista para florecer plenamente. Eso ha sido el hambre de mi corazón por mucho tiempo. Si bien, como Moisés, probablemente no veré ‘la tierra prometida’, simplemente ser parte del proceso es una gran alegría.”

Yo también siento ese espíritu y siento esa alegría. En este período de la historia de la humanidad, en el que nuestras decisiones y nuestra moral tienen un profundo impacto sobre el futuro de nuestros hijos y sobre el futuro de los hijos de nuestros hijos – por no mencionar el futuro del planeta -- espero que entrelacemos temas de la Creación en todos los aspectos de la vida eclesiástica: servicios de culto y oración, escuela dominical, extensión y defensa – para que alabemos y sirvamos al Señor de Toda la Creación no sólo durante una temporada especial, sino todos los días. El viento del Espírito realmente sopló por nuestra diócesis durante la Temporada de Creación. Una encuesta anecdótica de los medios sociales, de los mensajes por correo electrónico y de las conversaciones personales nos permitió vislumbrar lo que diferentes feligresías decidieron hacer. 

Celebrar la belleza de la naturaleza

El sacerdote jubilado Rick Bellows compartió una asombrosa serie de reflexiones fotográficas titulada “A Season for Creation,” , en la que brindó la oportunidad de admirar la gloria de Dios en el mundo natural y de absorber hechos sobre la salud y el bienestar de la Creación que dieron mucho que pensar. (Las fotos están al final de la página web).

La belleza también es un tema en St. Mark’s (East Longmeadow), en la que se invitó a los parroquianos a que “vieran las cosas a través de los ojos de San Francisco” y a que buscaran a Dios en el mundo creado y en cada uno de ellos. Los parroquianos enviaron por correo electrónico fotos, apuntes, bosquejos y poemas al rector, Peter Swarr, para que los compartiera con toda la feligresía. Las imágenes que yo vi incluyeron una fogata, un perro amado y rayos de sol que se filtraban por las hojas otoñales.
La belleza natural entró en nuestra reunión diocesana cuando mostramos “God's Creation, New England” [http://youtu.be/Sn6bWd7Qh9o], un video con música creado por mi esposo, Robert A. Jonas, EdD, que integra imágenes fijas y en movimiento de la vida silvestre y de paisajes locales.
Profundizar la toma de conciencia mediante el culto 

Las iglesias probaron nuevas formas de culto para profundizar nuestra toma de conciencia de la presencia de Dios en la redención y la sustentación del mundo natural. Por ejemplo, St. Stephen’s (Westborough) marcó la Temporada de Creación con colectas, plegarias y bendiciones especiales y organizó servicios religiosos dominicales alrededor de temas como Bosque, Terreno, Vida Silvestre y Río. 

Christ Church (Rochdale) creó una liturgia experimental centrada en la Creación proveniente de recursos de culto que figuraban en nuestro sitio web diocesano. El servicio religioso obtuvo una recepción tan entusiasta que por pedido popular se empleó en un domingo subsiguiente.
Muchas iglesias – incluyendo St. Francis (Holden), St. John’s (Ashfield), St. James (Greenfield) y Grace Church (Amherst), por citar unas pocas -- celebraron el día de San Francisco (el 4 de octubre) con una bendición de los animales. St. Andrew’s (Longmeadow) incluyó bendecir animales en su evento festivo, “Pumpkins and Pets on the Hill,” y en tres servicios religiosos. El Rev. Derrick Fetz pronunció un sermón titulado “Por qué el mundo necesita a San Francisco.”

Proteger la creación 

Alguna gente se arremangó y se concentró en las tareas esenciales y prácticas de incrementar la eficiencia energética y la conservación. St. Mark’s (East Longmeadow) puso en Facebook: “Acabamos de reemplazar 18 focos incandescentes en el Gran Salón con focos LED... que nos ahorrarán 657 vatios de electricidad todas las veces que las luces están encendidas... Imaginen lo que ocurrirá después del 1o de noviembre, cuando reemplazaremos el resto de los focos del Gran Salón... ¡en total eso generará un ahorro de 4599 vatios!”  

Para no ser menos, los miembros del personal diocesano expandieron sus esfuerzos de reciclado en sus oficinas. Los focos incandescentes fueron reemplazados con modelos más energéticamente eficientes.

Massachusetts Interfaith Power & Light ofreció un taller de Casa de Culto Sustentable (Sustainable House of Worship, SHOW) a principios de noviembre y está listo para ayudar a las feligresías a ahorrar dinero e incrementar la eficiencia energética y la conservación. Por una modesta promesa de remuneración, adaptada al presupuesto de las iglesias, las feligresías de Massachusetts se pueden unir a MIP&L, recibir ayuda para la mayordomía ambiental e impulsar el movimiento ambiental religioso. Otras divisiones de Interfaith Power & Light están activas en casi todos los estados del país.

Varias iglesias de nuestra diócesis están explorando la posibilidad de instalar paneles fotovoltaicos en sus techos o solares. ¡Espero ansiosa presenciar la primera ceremonia diocesana de bendición de paneles solares!

Estudiar la ciencia

Las iglesias crearon oportunidades para aprender la ciencia del cambio climático y la teología del Cuidado de la Creación. En Christ Church (Rochdale), St. James (Greenfield) y en St. Andrew’s (Longmeadow), presenté el show de diapositivas “God so loved the world” -- que se puede descargar sin cargo en RevivingCreation.org – y hablé sobre él. Estimulé a los parroquianos a que vieran los videos breves y a que leyeran el informe de la American Association for the Advancement of Science titulado “What We Know," y a que se suscribieran a un resumen diario de noticias actuales sobre la ciencia climática y la energía limpia (enviar pedido a: info@climatenexus.org).

Acción y conversaciones públicas

Debido a que la participación en la política es fundamental para cuidar y defender la Creación, muchos de los fieles diocesanos iniciaron temprano la Temporada de Creación participando en la histórica marcha People’s Climate realizada en la Ciudad de Nueva York el 21 de septiembre. Algunos parroquianos fueron en un autobús especial llamado “Episcopales en jornada de esperanza” y celebraron una Eucaristía sobre ruedas durante la jornada del oeste de Massachusetts a Manhattan. Otros fueron en tren o compartieron automóviles hacia Nueva York para unirse a las 10.000 personas de fe y a un total de 400.000 personas que salieron a la calle en un llamado sobrio, pacífico y gozoso a acción efectiva sobre el cambio climático. Yo escribí: “Vi un océano en Nueva York” en un blog sobre la marcha en mi sitio web, RevivingCreation.org.

Nuestros hermanos y hermanas en Cristo también participaron en una segunda marcha climática, celebrada el 20 de octubre en Springfield, Massachusetts, en la que una extraordinaria coalición de hispanos, afroamericanos blancos y comunidades inmigrantes de bajos ingresos se unieron para impulsar un plan de acción climática para la ciudad. Doscientas personas de Springfield se unieron a la marcha hacia el edificio municipal, incluyendo miembros de Grace Church (Amherst), Trinity (Ware) y de St. James (Greenfield), así como Jim Munroe, deán de la Catedral Christ Church. Tom Callard, sacerdote y misionero hispano de la catedral, inició la marcha con una oración de apertura y nuestro obispo, Doug Fisher, fue uno de los oradores. Poco después, miembros del concejo municipal hablaron sobre la resolución y la aprobaron unánimemente. Ahora el objetivo es financiar y poner en práctica la resolución. 

Cuidar la Creación afecta lo que compramos y lo que rehusamos comprar, la manera en que gastamos nuestro dinero y la manera en que optamos por invertirlo. En nuestra reunión diocesana, los delegados aprobaron una resolución que decía que el Fondo de Pensión de la Iglesia, el Comité de Inversión del Consejo Ejecutivo y la Fundación de la Iglesia Episcopal deberían deshacerse de sus inversiones en combustibles fósiles e invertir en energía limpia. Pocos meses antes de nuestra reunión, la diócesis había decidido reducir su propia exposición a combustibles fósiles y derivar fondos a compañías de energía renovable: [http://episcopaldigitalnetwork.com/ens/2014/09/11/western-massachusettes-takes-bold-environmental-stand/]. La decisión de los fideicomisarios resultó de un proceso de 18 meses de duración dedicado, orientado por oración y a veces difícil, de investigación y conversaciones realizado con el pleno apoyo del obispo, Douglas Fisher. 

La Diócesis del Oeste de Massachusetts ahora es parte del creciente número de grupos religiosos que se comprometieron a reducir o eliminar sus inversiones en compañías de combustibles fósiles. 

Ahora es el momento

Realizar una transición rápida hacia una forma de vida sustentable es una tarea urgente y de enormes proporciones. Con sólo un aumento de un grado en la temperatura promedio del mundo – y con más calor en camino – la tierra ya se está derritiendo, inundando, secando, acidificando y quemando de maneras jamás vistas por la humanidad. El 2014 fue el año más cálido desde que se empezó a tomar datos y 9 de los 10 años más calurosos ocurrieron en el siglo XXI. Especies se están extinguiendo a un ritmo sin precedentes. Las comunidades de bajos ingresos son las que sufren primero y más fuertemente y son las que están más afectadas por los efectos del cambio climático. Jamás anteriormente se necesitaron tanto nuestras voces cristianas en las plazas públicas como testigos de un Dios que ama cada centímetro de la Creación y que anhela curación, justicia y renovación de todas las cosas.

Cuando pensamos en nuestra primera Temporada de Creación y dirigimos nuestra atención hacia la próxima, me siento agradecida por las maneras en que nuestra diócesis está empezando a movilizarse. Nuestra consigna “Love God, Love your neighbor: Stop climate change” ya ha sido puesta a trabajar arduamente. Creo sinceramente que el Espíritu Santo está trabajando entre nosotros y que Dios no nos da un espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7). 


Pruebe lo siguiente:
1. Imagine su lugar sagrado: Un ejercicio de grupo 

Lea lo siguiente en voz alta al grupo: Cierren los y aquieten sus mentes. Piensen en un lugar en la naturaleza que aman. Puede ser un lugar que conocieron de niños o un lugar importante para ustedes ahora. Puede ser un lugar que visitaron una sola vez o que vieron muchas veces. Escojan un lugar en la naturaleza que les resulte fácil de amar y pasen unos momentos en él… dejen que pase a ser lo más vívido posible en su imaginación. ¿Cuál es la estación del año? ¿Qué hora del día es? Noten todos los detalles: los colores, sonidos y olores. Dediquen tiempo a disfrutar su lugar. Permítanse descansar por un rato en ese santuario. Permitan que su afecto hacia él pase a ser muy evidente. ¿Cómo responden a estar allí? ¿Cómo los afecta ese lugar? Expresen su gratitud u otros sentimientos que surjan. ¿Hay algo que deseen decirle a Dios? Expresen eso también. Descansen en su lugar sagrado. Cuando estén listos, abran los ojos. 

Invite a todos a que describan brevemente su lugar sagrado (si tiene un grupo grande, pídales a los participantes que se reúnan con otro(s) participante(s) y que tomen turnos para describir sus lugares sagrados. Después pídales a varias personas que les digan al todo el grupo sobre sus lugares). Note la variedad de paisajes que probablemente habrá “en” el salón – probablemente océanos y montañas, árboles y cerros – todo tipo de lugares, humildes y grandiosos. Note la calidez en el salón, el afecto que se evoca cuando traemos a la mente lugares en la naturaleza que amamos. Si alguien expresa tristeza o ira sobre la degradación o desaparición del lugar que le vino a la mente, también deje espacio para esos sentimientos, ya que la tristeza y la ira que se sentimos cuando sufrimos una pérdida también son expresiones de amor. 

Comentario: Nuestro amor por la Tierra y la comunidad de vida en realidad está muy cerca de la superficie, si bien en nuestras vidas tan atareadas y llenas de distracciones muchos de nosotros perdemos de vista esa relación y nunca le prestamos atención sostenida. La conexión con el mundo natural tiene el poder de sanar el corazón, renovar nuestra fuerza y reintegrarnos al mundo viviente que nos rodea y al que pertenecemos. Nuestro ministerio hacia la Creación de Dios se mantiene permitiendo que Dios vele por nosotros mediante la Creación. Como lo dijo alguna vez Martín Lutero, “Dios escribe el Evangelio no sólo en la Biblia, sino también en los árboles y en las flores y en las nubes y en las estrellas.”

2. Encontrar a Dios en la naturaleza: Un ejercicio individual 

En algún momento de esta semana, apague la computadora y deje el teléfono móvil atrás. Salga a dar un paseo contemplativo en un lugar con árboles, pasto, agua u otros signos de vida. Camine lentamente y en silencio, dejando que cada paso lo incorpore al momento presente. Note los olores, sonidos, texturas y colores. Sienta el viento. Respire. Si lo desea, invite a Jesús a que camine a su lado. ¿Qué sienten juntos? ¿De qué manera desea Dios encontrarlo en el mundo natural? 

Comentario: Al igual que Moisés, que descubrió que el lugar en el que estaba parado era terreno sagrado (Éxodo 3:5), cuando nuestros ojos se abren a la índole sagrada de la Creación, nosotros también empezamos a sentir la índole sagrada del mundo viviente en el que participamos. El ecologista y sacerdote católico romano Thomas Berry nos insta a que pasemos de una espiritualidad de alienación del mundo natural a una espiritualidad de intimidad. ¿Cómo cambiaría su vida si supiera que tiene un parentesco con toda la Creación? Averígüelo.

Este artículo ha sido adaptado de un artículo publicado originalmente en Abundant Times (la publicación oficial de noticias de la Diócesis del Oeste de Masssachusetts), otoño de 2014.

Margaret Bullitt-Jonas, PhD, es sacerdote episcopal, líder de retiros, escritora y activista climática. Tras haber pasado 25 años en ministerio parroquial, Margaret ahora se desempeña en la Diócesis Episcopal del Oeste de Massachusetts como misionera de Creation Care. Su libro más reciente, Joy of Heaven, to Earth Come Down (Forward Movement, 2012, 2013), es un conjunto de meditaciones diarias para el Adviento y la Navidad sobre la índole sagrada del mundo natural. Ella está especialmente interesada en la interacción dinámica entre la oración contemplativa, la conexión con la tierra y la acción profética en defensa de la justicia climática. Su sitio web: RevivingCreation.org

Recursos


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This article is part of the March 2015 Vestry Papers issue on Advocacy