July 2017
Small and Rural Churches

Una manera misionera de crecer tu iglesia pequeña

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Nuestra misión está clara: ir por el mundo y anunciar las buenas nuevas. La lucha, sin embargo, es real.

En un mundo en el que la asistencia dominical promedio es 58, hay algunas iglesias pequeñas con un promedio de 100 a 300 gracias a su apoyo financiero al ministerio latino/hispano.

Los tiempos han cambiado

Cuando empecé a asistir a la Iglesia Episcopal, era parte de una creciente población latina en una iglesia que en sus comienzos había sido una iglesia anglohablante. Abrieron sus puertas – con resistencia – a las personas latinas porque la composición de la población había cambiado significativamente. La zona de Bellaire en Houston, TX, en la que se encontraba St. Matthew’s, pasó a ser mejor conocida como la zona de Gulfton o Sharpstown. Entre los años 1980 y 2000 la población de Gulfton prácticamente se duplicó, pero no se construyó un número significativo de viviendas. Entre los censos de EE UU de 1990 y 2000, la población hispana de Gulfton aumentó un 81%, de 18,422 a 33,424, mientras que la población blanca no hispana disminuyó en un 23%, de 6,371 a 4,908. Hoy la congregación hispanohablante sigue teniendo una gran comunidad salvadoreña y centroamericana.

Las cosas no siempre funcionan

St. Matthew’s/San Mateo tuvo rectores anglohablantes y asistentes hispanohablantes desde principios de la década de los 1980. Cuando mi papi, el Rvdo. Alejandro Montes, inició su ministerio allí, en 1986, era un ministro laico bajo el obispo Hugo Pina. Si bien la feligresía anglohablante se estaba reduciendo, su apoyo financiero era significativo. Los aproximadamente 40 miembros donaban unas cuatro veces más que los feligreses hispanohablantes, cuyo número era mucho mayor. Después de que los números y el dinero siguieron disminuyendo, St. Matthew’s se convirtió en misión. La feligresía hispana siguió creciendo y los anglohablantes se siguieron yendo o fallecieron (un año hubo 9 funerales) y lamentablemente obtuvo un divorcio en 1994. “Un divorcio” es la única manera en que puedo describir el dolor, las discusiones, los sentimientos heridos, la tristeza y finalmente la división por los que pasamos. Decíamos que éramos una iglesia, pero en realidad éramos dos congregaciones que se toleraban entre sí. No teníamos muchos servicios bilingües. A los de mayor edad no les gustaba nuestra música, que incluía guitarras, guitarrón, percusión, mucho ritmo y una música sonora y gozosa. A veces sentíamos que los anglohablantes nos debían algo, en lugar de sentir gratitud por su hospitalidad. Lo que aprendí de eso, sin embargo, es que hay varias congregaciones con problemas similares por toda la Iglesia Episcopal y que, afortunadamente, la mayoría de ellas están logrando que funcionen.

Hay “pequeñas” congregaciones anglohablantes que están apoyando financieramente a congregaciones hispanohablantes de mayor tamaño y en expansión. Lo he visto en mis visitas por toda la Iglesia Episcopal en Estados Unidos. La mayoría de las iglesias no entraron en esta asociación porque estaban haciendo extensión o porque se sintieron llamadas a hacerlo, sino que, como en el caso de St. Matthew’s, el motivo es más complicado. Algunas iglesias responden a la necesidad iniciando un servicio religioso en español. A otras su diócesis les dice que deben abrirles las puertas a sus vecinos, con o sin asistencia económica. Otras iglesias empezaron alquilando su espacio. Muchas iglesias están a favor de coexistir y se unen de vez en cuando con servicios religiosos bilingües.

Dos Iglesias que funcionan

Judith Delgado Beltrán, directora de la guardería infantil de St. Michael & All Angels/San Miguel en Berwyn, IL, dijo que la feligresía anglohablante de las 10 de la mañana tiene una asistencia dominical promedio de unas 70 personas. El ministerio latino/hispano ha permanecido firme por unos 15 años y la feligresía anglohablante lo ha estado apoyando. Ella explicó que la feligresía de las 10 de la mañana cuenta con promesas de fe y da ofrendas todos los domingos, mientras que la del mediodía tiende a dar un dólar por adulto(a). Ella dice que los donativos varían según la asistencia, mientras que los de las 10 de la mañana son constantes. Judith dice que necesitan más formación sobre cómo ofrendar (mayordomía) y cómo funciona la Iglesia Episcopal. Hay un servicio religioso bilingüe aproximadamente una vez por mes, pero no es muy popular porque es más largo y no es a la hora de costumbre. Sin embargo, se unen cuando hay baratillos, ventas de comidas y bazares para recaudar fondos para las numerosas necesidades de esa iglesia más que centenaria. Judith dice que la comunidad latina/hispana trajo mucha vida a la iglesia en la forma de niños, familias y cultura. Ella piensa que St. Michael & All Angels probablemente ya habría cerrado sus puerta si ellos no hubieran invitado y apoyado a San Miguel.

Elsie Saldaña, directora de la administración de la Iglesia Episcopal del Redentor, en Elgin, IL , nos dice que su servicio religioso de las 9 de la mañana cuenta con unas 35 personas y que un par de familias tienen niños pequeños. Sus servicios religiosos de las 11 de la mañana y de la 1 de la tarde cuentan con un promedio de 110 asistentes y hay varias familias. Ella sugiere que no solo el ministerio latino/hispano necesita tener más formación sobre los donativos y la mayordomía, sino que también debería haber más transparencia. Elsie dice que los anglohablantes entienden cómo funciona la parroquia. Explica que la Iglesia Episcopal necesita que se la sostenga financieramente y con voluntarios y programas, a diferencia de la tradición de la Iglesia Católica Romana, de donde provienen muchos de los feligreses. Hay otra iglesia anglohablante cercana y Elsie dice que algunas personas les dicen a otros anglohablantes que no asistan a Redeemer/el Redentor porque es una iglesia “latina”. Tienen un servicio religioso bilingüe dos veces por año, pero también es complicado por varios motivos, incluyendo la música y el idioma. Elsie ha estado en Redeemer/el Redentor desde 1997 y el ministerio latino/hispano celebrará su 25º Aniversario en agosto. Ella dice que ha habido un cierto grado de progreso. Un consejo que da a los sacerdotes no latinos que entran al ministerio latino/hispano es: “Incluso si habla bien el español, entender los numerosos antecedentes y culturas es difícil. Siga la corriente y conozca a su feligresía en los dos primeros años y después empiece a cambiar las cosas poco a poco”.

Hay muchos ejemplos similares por toda nuestra Iglesia. Tal vez tu iglesia es pequeña y tal vez estés luchando. Tal vez tu iglesia esté en un barrio que está cambiando y que Dios la está retando a que incluya a sus vecinos. Si bien el ministerio latino/hispano está creciendo en números, a menudo necesitamos asociarnos con nuestros hermanos y hermanas que puedan tener los recursos financieros para ayudar a que sea viable. Juntos podemos hacer que nuestra Iglesia crezca a ser una comunidad vibrante y diversa juntando todos los dones que tenemos. Nosotros traeremos la vida y el sabor a la Fiesta Eucarística.

Sandra T. Montes nació en Perú, se crió en Guatemala y se instaló en Tejas lo antes que le fue posible. Sus pasiones son Dios, familia (especialmente su hijo), música, educación y escribir, y ha estado esperando y orando por este puesto por años. Sandra ha estado elaborando recursos bilingües originales para su iglesia, escuela y otros por años. Sandra ha estado trabajando como voluntaria y en la Iglesia Episcopal desde que le dieron la bienvenida a Ella en 1986. Se desempeña como música, traductora, oradora, asesora y redactora. Es docente a tiempo completa y está estudiando para obtener su doctorado.

Recursos

  • Nuevo Amanecer, una conferencia bi-anual ofrecerá herramientas prácticas para fortalecer y equipar aquellos que trabajan en el ministerio de la comunidad Latina/Hispana y a aquellos que desean incursionar en este ministerio
  • Nuevos Horizontes Conference, una conferencia anual explorará como continuar ministrando al Latino Hispano-parlante de primer generación, mientras ajustándose a las realidades culturales y lingüísticas de los Latinos de segunda y tercera generación, y su manera como Latinos aculturados que son inglés parlantes o bilingües
This article is part of the July 2017 Vestry Papers issue on Small and Rural Churches