November 2018
Hospitality and Outreach

Diez señales de una congregación acogedora

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En mis viajes por las nueve provincias de la Iglesia Episcopal como música, oradora y asesora, he visitado muchas iglesias a lo largo de los últimos 18 años. Este año decidí visitar una iglesia diferente cada domingo y bloguear sobre mis experiencias. Ese esfuerzo duró unos tres meses hasta que, como ocurre a menudo, la vida intervino. Durante ese tiempo aprendí mucho sobre lo que pueden hacer las iglesias para ser acogedoras, amorosas, liberadoras y vivificantes.

La bienvenida empieza antes de que el/la visitante pase por la puerta

Antes de visitar una iglesia, me fijo en su sitio web y su presencia en los medios sociales. Los sitios web de las iglesias acogedoras incluyen la hora de los servicios religiosos, el tipo de servicio (tal como Rito I, contemporáneo, familiar, sin música, etc.), el liderazgo, la dirección de la iglesia y una manera de ponerse en contacto con ellos/as en su página de inicio. Las páginas siguientes son fáciles de navegar y atractivas. La información de la iglesia en los medios sociales está actualizada y hay imágenes de gente sonriendo, cantando y trabajando unida reflejando la vida y la misión de la congregación y su diversidad. Además, contestan los mensajes por correo electrónico, devuelven las llamadas telefónicas y contestan sin demoras los comentarios y preguntas. Una vez me puse en contacto con una iglesia con una pregunta y la persona que respondió me encontró en la iglesia el domingo siguiente, se presentó y me dio la bienvenida.

Cuando llego a una iglesia busco letreros y personas que reciben sonrientes y relajados/as a los/as concurrentes. Es desagradable cuando esas personas están excesivamente entusiasmadas de tener una visita nueva. Los espacios de estacionamiento para las visitas dan una gran sensación de bienvenida, especialmente a aquellos/as de nosotros/as que llegamos tarde. Una iglesia que visité hasta tenía servicio de estacionamiento gratuito. Los letreros claros y bien colocados ayudan a las visitas a encontrar el servicio religioso, especialmente si no es en el santuario, así como los baños, la hora del café/refrigerio y la guardería de niños/as. Si la iglesia es grande y cuesta orientarse en ella, puede ser útil tener a alguien claramente visible afuera del edifico para orientar a las visitas. Cuando visité una iglesia grande en la zona de Houston que contaba con servicios religiosos múltiples y actividades simultáneas, nadie estaba parado(a) afuera para ayudar a la gente a encontrar el servicio o el programa al que deseaba asistir.

Materiales fáciles de emplear y la diversidad ayudan a que las visitas se sientan bien

Durante el servicio religioso, me puede resultar difícil manejar un volante, un boletín, el libro de oración común y el himnario– un boletín es suficiente. Las iglesias acogedoras hacen que el servicio sea lo más fácil posible de seguir, proporcionando instrucciones claras sobre la música, dónde encontrar las lecturas y los números de páginas en el Libro de Oración Común. Explican cómo funciona la Eucaristía y que todas las personas están bienvenidas al altar. Si bien emplea mucho papel, cuando todo el servicio – incluyendo los cantos – está en una hoja o en un boletín, es fácil de seguir. Si hay una proyección, se puede ver y leer claramente, independientemente de donde esté uno(a) sentado(a). Los cantos y las recitaciones se presentan con sencillez, sin animación, letras de colores y otras distracciones decorativas.

Como mujer latina, busco gente que se parezca a mí. Las iglesias acogedoras forman intencionalmente grupos diversos, multiculturales y de diferentes generaciones para servir en el altar, cantar en el coro, leer las plegarias o las lecturas y ser ujieres. Estas iglesias pueden tener un “domingo de jóvenes” o algo similar, pero también hacen que personas de todas las edades participen en el servicio religioso todos los domingos.

El seguimiento puede dar una sensación de bienvenida o ser molesto

Muchas iglesias cuentan con tarjetas de visitante o de contacto que se pueden completar y poner en el plato de ofrendas, una buena práctica para determinar si un(a) visitante desea ser contactado(a). Yo prefiero el correo electrónico o los textos y no completo las tarjetas porque he tenido resultados indeseados. Ciertas iglesias me añadieron a sus páginas de grupo en medios sociales y a sus listas de correo, y me han llamado pidiéndome dinero. Por el otro lado, una iglesia me llamó y tuve una conversación breve (de 30 segundos) que me hizo sentir bienvenida. El sacerdote me agradeció por haber ido y fue genuino. No trató de venderme la iglesia ni de hacerme participar. Simplemente apreció que estuve allí y me sentí bienvenida.

En las iglesias acogedoras me han invitado personalmente a llenar una tarjeta o alguien del equipo de liderazgo me preguntó si era nueva. También se me ha dado la bienvenida y presentado a otro(a) feligrés o un(a) representante de la congregación me ha invitado a asistir a la hora del café/refrigerio. En las iglesias acogedoras las personas saben que entrar a una hora del café en la que todos/as están sentados/as con gente que conocen puede ser intimidante, así que te invitan a que te sientes con ellos/as.

Algunas iglesias dan regalos a las visitas. Las iglesias acogedoras saben que los mejores regalos son aquellos que son útiles y no muestran excesivamente el nombre de la iglesia, cosas como bolígrafos, tazas, posavasos (¡mi favorito fue una galletita!) y, por supuesto, alguna información sobre su iglesia y Jesús. También he visto que ofrecen Biblias gratuitas, devocionales, hojas informativas y folletos que las visitas pueden escoger.

En las iglesias acogedoras no hay extraños/as

Finalmente, las iglesias acogedoras no hablan en código, empleando palabras como nártex, nave, presbiterio. Hacen que nadie se sienta como alguien de afuera. Esperan tener visitas y cuentan con medios para hacer que la gente se sienta como en su casa. Son limpias y despejadas y proporcionan toques agradables, como jabones especiales, cajas de pañuelitos de papel y desinfectantes de manos. Con la intención de dar una sensación de bienvenida, algunas iglesias les piden a los visitantes que se pongan de pie y digan sus nombres y de dónde provienen. Visité varias iglesias hispanohablantes que invitan a los que cumplen años, tienen un aniversario o están de viaje a que se aproximen para recibir una bendición especial. Las congregaciones acogedoras dejan que las visitas tomen sus propias decisiones sobre presentarse o acercarse durante el servicio religioso.

En resumen, las iglesias acogedoras…

  • tienen sitios web y páginas en medios sociales actualizados
  • tienen estacionamiento para las visitas
  • tienen indicaciones y letreros claros
  • cuentan con personas que reciben sonrientes a las visitas sin estar demasiado ansiosas
  • hacen que el servicio religioso sea simple y fácil de navegar
  • son intencionalmente diversas
  • dan seguimiento sin demoras y respetuosamente
  • son fáciles de entender
  • están limpias
  • están llenas de amor

Es importante señalar que esta lista refleja mi gusto personal. Cada visitante es diferente y trae sus necesidades, expectativas, experiencias y tradiciones de fe específicas cuando entra a una iglesia. En general, hallé que las congregaciones que más dan la bienvenida tienen una manera de hacer que la gente se sienta en su casa y amada. En otras palabras, las iglesias acogedoras son Jesús.

Sandra T. Montes es la consultora de los recursos en español de la ECF. Ha pasado muchos años desarrollando recursos originales bilingües para su iglesia, escuela y otras organizaciones y ha sido voluntaria y ha trabajado en la Iglesia Episcopal desde que le dieron la bienvenida en 1986. Se desempeña como música, traductora, oradora, asesora y redactora. Obtuvo su doctorado en educación en 2016 y es consultora y música de tiempo completo.

Recursos:

This article is part of the November 2018 Vestry Papers issue on Hospitality and Outreach