March 2011
Caring for God's Creation

Mayordomía Ambiental

En abril se celebra el Día del Planeta Tierra. En el mismo se convoca el interés general por salvar el Planeta y denunciar los abusos y excesos de los seres humanos para con la creación. En este mes se aprovecha principalmente para denunciar la pobre mayordomía del ambiente o lo mal que se ha administrado la creación puesta por Dios en nuestras manos. Mucho se habló del Planeta y muy poco de Dios. Esta realidad nos debe hacer pensar en nuestra responsabilidad como mayordomos de la Creación y en Dios como creador de la misma.

La palabra mayordomía ha sido definida como “cargo de mayordomo,” y la de “mayordomo” como el criado principal a cuyo cargo está el gobierno de una casa o hacienda. Según Toranzo (citado en Rodas, 2006), la mayordomía Cristiana se define como la administración correcta y completa de todo cuanto Dios nos ha concedido al darnos la vida: el tiempo de nuestra existencia en la Tierra, los talentos y los recursos económicos.Esto nos advierte a todos los seres humanos, y particularmente a los cristianos, a reconocer a Dios como Creador y único propietario de todo. En el Salmo 24 podemos leer una afirmación de nuestra responsabilidad para con la creación: Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive. El primer libro de Crónicas (29:11-14) lo presenta de forma más clara y familiar para los que nos citamos cada domingo en la Cena del Señor:

¡Tuyos son, Señor, la grandeza, el poder, la gloria, el dominio y la majestad! Porque todo lo que hay en el cielo y en la tierra es tuyo. Tuyo es también el reino, pues tú, Señor, eres superior a todos. De ti vienen las riquezas y la honra. Tú lo gobiernas todo. La fuerza y el poder están en tu mano, y en tu mano está también el dar grandeza y poder a todos. Por eso, Dios nuestro, te damos ahora gracias y alabamos tu glorioso nombre; pues, ¿quién soy yo y qué es mi pueblo para que seamos capaces de ofrecerte tantas cosas? En realidad, todo viene de ti y solo te damos lo que de ti hemos recibido.

Estos versos y otros que vienen del libro del Génesis - Cuando Dios creó al hombre,lo creó a su imagen; varón y mujer los creó, y les dio su bendición: "Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se arrastran" (Gen 1:27-28) - hacen que cada cristiano se sienta parte responsable de cuidar los dones de Dios en nuestras vidas y afirmarnos en la grandeza y misericordia de Dios. En ningún momento se le confirió al ser humano el permiso de abusar, explotar o destruir la Creación.

Dios hizo al ser humano un administrador o mayordomo de su creación, haciéndole responsable de la misma. Mirar el avance del ser humano sobre la creación, hace que podamos ver los efectos negativos sobre los recursos naturales y su falta de responsabilidad. La contaminación del ambiente y el mal uso de los recursos naturales han cobrado miles de vidas, dando testimonio del abandono de la responsabilidad que Dios puso en nuestras manos. Como hijos e hijas de Dios, los seres humanos tenemos que tomar conciencia de nuestra responsabilidad y la necesidad de practicar una mayordomía que la refleje de forma integral (Rodas, 2006). 

La mayordomía ambiental es un entendimiento de la tierra y sus recursos y atiende tanto a las demandas de la libertad humana como al llamado de las Escrituras para los seres humanos de ejercer cuidado y dominio sobre la creación. La mayordomía ambiental afirma que la libertad, el desarrollo humano y la integridad de la creación son principios que están dinámicamente relacionados (Sirico, 2008). Hoy día podemos identificar dos tendencias que contradicen la relación Dios, ser humano y naturaleza según el testimonio bíblico. Una sobrepone la naturaleza por encima de los seres humanos y Dios no es considerado. La otra tendencia pone al ser humano por encima de la naturaleza y no considera a Dios en el plan de conservación y protección ambiental. Ambas posturas atentan contra el significado real de la mayordomía ambiental. La distinción entre Dios y su creación se ha perdido, y el puesto del ser humano en el orden creado se ha distorsionado. Por consiguiente, mucho de la agenda medioambiental que está avanzando hoy, refleja una ética ambiental que contradice las doctrinas de la Iglesia sobre Dios y la Creación. 

La Obispa Primada, Katherine Jefferts Schori en su homilía de instalación (2006) habló del Shalom. Ella lo definió como

La visión de un mundo donde nadie tiene hambre porque todos han sido invitados a sentarse a la mesa, un mundo donde nadie está enfermo o prisionero porque todas las enfermedades han sido curadas, un mundo donde cada ser humano ha tenido la capacidad de usar todos los buenos dones que Dios le ha dado, donde nadie disfruta de la abundancia aprovechándose de otros, donde todos disfrutan del reposo delante de la lúcida presencia de Dios. Shalom quiere decir que todos los seres humanos viven juntos como hermanos, en paz los unos con los otros y con Dios y en buenas relaciones con el resto de la creación”. Con este mensaje se nos convocó a todos los Episcopales a cuidar de la creación y a vivir como mayordomos del ambiente. Sin embargo, ella señaló que hay dos cosas que nos detienen para vivir esta mayordomía: apatía y miedo. Una es la falta de voluntad de reconocer los problemas de otras personas. La otra es la falta de voluntad de reconocer estos problemas de tal forma que nos impulse a actuar.

Para el ser humano, en cuanto imagen de Dios, no es en forma alguna el dominador absoluto que dispone del mundo a su voluntad, sino el cuidador de la creación para bien de todos. Jesucristo con su palabra y su vida nos enseño que la única forma legítima de ejercer cualquier nivel de autoridad es servir. Desde la perspectiva cristiana el ser humano no está llamado a apropiarse de la naturaleza creada, sino a participar en comunión con ella y a esforzarse por moverse a un destino de salvación (Fernández, 2000).

La Tierra puede ser salvada y se nos llama a salvarla. La Tierra ha pasado por grandes devastaciones y siempre ha sobrevivido. Esperemos poder superar el actual avance de destrucción y abuso cambiando de rumbo y de óptica. De esta nueva óptica surgirá una nueva ética de responsabilidad compartida para con la Tierra (Boff, 2000). El principio de mayordomía ambiental nos compromete como cristianos: venzamos juntos el miedo y la apatía. 

El Rvdo. Dr. Mario H. Rodríguez Sánchez, es clero asistente en la Parroquia San Juan Bautista, Catedral de la Iglesia Episcopal Puertorriqueña en San Juan, Puerto Rico. 

Bibliografía:
Boff, L. (2002). ¿Qué significa ser y sentirse Tierra? Tomado de http://servicioskoinonia.org/relat/253.htm.

Edson, R. (1992). Greenhouse theology: biblical perspectives on caring for creation. Monarch Publications: England.

Dios Habla Hoy: Biblia de Estudio (2004). Brasil: Sociedades Bíblicas Unidas.
Fernández, J. (2000). El desafío ecológico en el momento presente: aportación del cristianismo a la construcción de una apuesta ecológica positiva. Teología de la tierra, 1. Tomado de http://www.comunidadescristianasdebase-murcia.com/documentos/El_desafio_ecologico_en_el_momento_presente.pdf

Jefferts Schori, K (2006). Homilía para la Investidura. Catedral de San Pedro y San Pablo, Washington, DC.

Morillo, J. (2009). La crisis ambiental: ¿Tiene que ver conmigo? Tomado de http://www.kairos.org.ar/articuloderevistaiym.php?ID=954

Roberts, D. (1995). La crisis ecológica: una laguna alarmante en nuestra agenda misionera. Iglesia y Misión, 54.

Rodas E. (2006). Mayordomía cristiana. Tomado de http://verbo.org/cms/content/view/45/6/lang,es/

Sirico (2008). La mayordomía ambiental. Tomado de http://www.acton.org/ppolicy_es/environment/es_ppolicy_environment.php

Saavedra, N. (1990). Ética ecológica y mayordomía de la creación. Misión, 34.

This article is part of the March 2011 Vestry Papers issue on Caring for God's Creation