November 2015
Practical Matters

Recorrer la senda de las relaciones

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Conversión en una feligresía multicultural: Invitación, hermandad de fiestas, compartir nuestras vidas, culto incluyente y gozoso

Hace diez años, inicié mi ministerio ordenado con una ardiente llamada para plantar una feligresía hispanohablante en St. Stephen y la Encarnación en el corazón del Washington DC latino. No cabía duda en mi mente que Dios abriría todas las puertas necesarias para que ello ocurriera. Pero a medida que el sueño se fue convirtiendo en realidad, empecé a dudar de mi misma. ¿Vendrán los hispanohablantes a rendir culto en un lugar en el que la sacerdote es una estadounidense de raza blanca? ¿Cómo entraré yo en esta nueva cultura? Mi sabio mentor, el Rev. Jesús Reyes, me aseguró que mi futura feligresía me amaría tanto como yo la amaría a ella.

En lo que yo no estaba pensando era el impacto que contar con una feligresía hispanohablante tendría sobre los aspectos administrativos de la iglesia. Más al respecto más adelante en este artículo.

A los seis meses, el primer obstáculo que tuvo que enfrentar nuestra feligresía incipiente, Misa Alegría, fueron nuestros propios malos entendidos culturales. Somos una feligresía diversa que representa 11 países. Necesitábamos aprender a entender nuestras diferencias y ser sensibles a ellas. Tuvimos malos entendidos, pero estamos aprendiendo a entender nuestras diferencias.

Tender puentes

El proceso de apreciación mutua entre las feligresías hispano y anglohablante fue más complejo. Como parroquia anfitriona, St. Stephen nos había dado una generosa bienvenida y nos había dado “las llaves del reino”, por así decirlo. Rendían culto los domingos por la mañana y nosotros lo hacíamos los domingos por la tarde, así que no teníamos conflictos por el uso del espacio, que podía ser un punto de fricción. St. Stephen’s empezó a definirse como una feligresía “multicultural bilingüe”, pero había poca interacción entre nuestras comunidades. Un grupo de gente interesada de ambas comunidades. Un grupo de gente interesada de ambas feligresías empezó a considerar cómo podríamos empezar a construir un puente para salvar la brecha entre nosotros. Sabíamos que no podríamos forzar una relación… se tenía que desarrollar orgánicamente.

Misa Alegría empezó a invitar a la feligresía de la mañana a nuestros servicios religiosos, para que los vieran y saborearan. Pero vinieron muy pocos. Nunca es fácil aventurarse fuera de las zonas de confort. Nuestro primer gran avance fue cuando Misa Alegría decidió celebrar el Día de los Muertos en el edificio con la Ofrenda en la tradición mexicana. Algunos miembros de la Misa no vacilaron en decir, “Madre, esta no es nuestra costumbre”. Yo dije “Los sé, tampoco es la mía, pero juntos podremos hacerla nuestra”. Así que invité a toda la iglesia y para nuestro gran placer vino mucha gente de la mañana. La idea del culto y de la fiesta fue realmente ganadora. Después compartimos tamales calentitos y música animada. Sonrisas tímidas acompañaron los esfuerzos para compartir palabras, frases o historias. Estamos aprendiendo a relajarnos juntos y a llamarnos por nuestros nombres. La Ofrenda ahora es una tradición de toda la iglesia St. Stephen’s, la parte central de nuestra liturgia y celebración del Día de Todos los Santos y del Día de los Muertos.

Poco después iniciamos un proceso de integración. Ocho miembros de cada feligresía se unieron para leer El viaje de Enrique, la historia del angustioso viaje hacia el norte de un niño hondureño en busca de su mamá. El libro fue el punto de partida para compartir historias de la vida. Los de habla inglesa oyeron verdades dolorosas e inimaginables a menudo narradas entre sollozos. Esta experiencia invirtió los roles normales: los inmigrantes, tan a menudo alumnos, se convirtieron en maestros. Las opiniones cambiaron y los corazones se transformaron. Cuando se comparten los sufrimientos y las alegrías, se forjan lazos permanentes de afecto mutuo.

Miembros de ambas feligresías empezaron a querer pasar más tiempo juntos. Como se acercaba la Cuaresma, decidimos que nuestros servicios religiosos del Miércoles de Ceniza, Jueves Santo y Viernes Santo serían bilingües. Lo reforzamos con el Viacrucis bilingüe seguido por una cena sencilla y un texto de estudio común que incluyó comentarios personales. Estos servicios religiosos son importantes para mucha gente de ambas feligresías. Todavía hallamos que el sermón, que depende tanto del idioma, es la parte más difícil del culto bilingüe. Nuestros esfuerzas no han complacido del todo tanto a los anglo como a los hispanohablantes. Por años nos abstuvimos de la Vigilia de Pascua. La Vigilia de Pascua era la “vaca sagrada” de la liturgia de St. Stephen’s y la liturgia del Libro de Oración está totalmente centrada en el idioma. Un día, mi colega me sorprendió cuando me informó que el Comité de Liturgia había decidido que ese año la Vigilia sería bilingüe. ¡Ay! Eso significaba que tendríamos que celebrar la liturgia de otra manera: tendríamos que hacer que fuera una experiencia dinámica y que impactara todos los sentidos. Fue un éxito rotundo. Para mí, la creatividad y la alegría de nuestra Vigilia de Pascua es prueba de la sinergia que proviene de adoptarnos plenamente los unos a los otros como hermanos y hermanas en Cristo.

Adaptación de nuestra manera de hacer las cosas

Detrás de los aspectos públicos de culto y formación de comunidad, hay personal y voluntarios que aseguran que nuestra iglesia funcione bien. Dar la bienvenida a la feligresía de Misa Alegría a St. Stephen’s significó cambios –algunos mayores, otros menores– en el funcionamiento cotidiano. Hubo que hacer adaptaciones.

  • Idioma: Tenemos la suerte de tener miembros anglohablantes en nuestra feligresía que también hablan español y que pueden interpretar simultáneamente durante las reuniones de la junta parroquial, de la reunión anual y otras. Nuestro administrador parroquial, si bien habla español, a veces piensa que no tiene la capacidad suficiente para apoyar plenamente a la feligresía latina o a los grupos latinos que emplean las instalaciones de la iglesia, debido a su dominio limitado del idioma. Reconocemos que las próximas personas que contratemos tendrán que ser bilingües. ¿Qué más debe ser bilingüe en la iglesia? Muchos de los que acuden a Misa Alegría son inmigrantes que hablan poco inglés. Otros hablan inglés y español. Algunos de los feligreses de St. Stephen, pero no todos, son bilingües. Cuando rendimos culto, ¿deben nuestros boletines ser bilingües? ¿Y nuestros boletines y sitio web? Algunas cosas se ofrecen en ambos idiomas, pero la mayoría de ellos son sólo en inglés. Las traducciones llevan recursos; trabajamos con lo que tenemos, sentamos prioridades y tomamos decisiones.
  • Presupuesto: Cuando iniciamos la feligresía Misa Alegría, creamos un presupuesto separado para determinar los gastos relacionados con este nuevo ministerio. Con el correr del tiempo, a medida que ambas feligresías empezaron a pasar más tiempo juntas, algunas de la partes del presupuesto de Misa Alegría (tales como hospitalidad, artículos de oficina, etc.) se fueron incorporando al presupuesto primario de la iglesia.
  • Canales de comunicaciones: Lo que aprendimos con la experiencia es que, como en cualquier otra feligresía, diferentes feligreses de Misa Alegría prefieren diferentes tipos de medios. En todas las feligresías de nuestra Iglesia, los miembros de entre 20 y 40 años de edad a menudo prefieren obtener su información por medios electrónicos (boletín y anuncios de la parroquia), mientras que los miembros de mayor edad prefieren recibir el boletín y otros anuncios impresos y por correo. Los miembros latinos tienen una fuerte preferencia por la comunicación oral. Lo que es diferente entre ambas feligresías es su uso de Facebook y correo electrónico. Si bien prácticamente todos los feligreses de Misa Alegría están en Facebook, tienden a no usar el correo electrónico. Los feligreses anglohablantes sí emplean el correo electrónico. Lo que ha sido interesante es observar el cambio en los usuarios de Facebook para incluir más entradas en inglés. Debido a que algunos feligreses de Misa Alegría ponen sus comentarios en Facebook en inglés, la página ahora es más accesible para los que sólo hablan este idioma.
  • Datos de los miembros: Empleamos un solo conjunto de datos de los miembros, codificado de manera tal que nos permite distinguir entre ambas feligresías, para poder estar conscientes de los cambios y las tendencias en el conjunto de miembros, así como de otros datos.

Formar relaciones

Seguimos formando relaciones mediante círculos de tejido, cantar himnos, acción y fomento político y fiestas de reunión anual. Juntos hasta creamos nuestro “Nicho”, una hermosa capilla en nuestra iglesia empleando imágenes de la Virgen María y otro arte folclórico. La gente — toda la gente — de St. Stephen´s y la Encarnación está llamada a pensar de maneras nuevas y a modificar su visión. Todavía nos queda mucho trecho por recorrer; las cosas no han cambiado tanto, más bien han sido transformadas. Sabemos que estamos transitando el Camino de Jesús y siguiendo fielmente su llamada a nosotros en este momento.

Sarabeth Goodwin es sacerdote episcopal y misionera latina en St. Stephen y la Encarnación, Washington, DC. También se desempeña como misionera latina transicional para la Diócesis Episcopal de Washington, donde supervisa y promueve la bienvenida a latinos de toda la comunidad diocesana.

Recursos

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Via Crucis bilingue

This article is part of the November 2015 Vestry Papers issue on Practical Matters