November 2014
Sharing Our Stories

¿Qué está dando a entender?

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¿Qué está dando a entender su feligresía? ¿Quiénes están recibiendo ese mensaje? ¿Significa algo todo eso para las personas a las que desea llegar?

Por dar a entender me refiero a las comunicaciones que recogerá la gente alrededor de su iglesia que nunca investigó sus servicios de culto. No sitios web, relaciones públicas, libros de invitados, seguimiento de buenos visitantes, la hora de refrigerios y café, boletines fáciles de usar, buena música o escuela dominical creativa.

A lo que me refiero son signos que sugieren a los transeúntes que pasan al azar por nuestros edificios que se trata de una iglesia, un tipo de iglesia especial, con un conjunto de valores y propósitos, abierta a la gente… indicaciones que circulan por los comentarios y las redes de contacto existentes en su comunidad y que resultan en que la gente esté consciente de que su iglesia está presente y abierta a nueva vida.

Dones de Dios

A menudo le digo a la gente que todo lo que es interesante y nuevo en St. Mary’s ha venido a nosotros. No creamos nada de eso. La nueva vida y la mayor parte de la gente nueva son dones de Dios. Lo creo honesta y verdaderamente. Y estoy agradecida.

Pero… hay maneras en que St. Mary’s ha dado signos a Dios y al barrio de que estamos listos. Es difícil saber cuáles signos funcionaron y cómo. Algunos fueron realmente corazonadas, otros estuvieron basados en un cierto sentido de dónde estábamos y de quiénes estaban allí con nosotros.

Muchas de nuestros signos siguen siendo problemáticas: son mayormente visibles para nuestros vecinos y no muy informativos. Nuestros signos completamente en inglés en un barrio en que el inglés es el idioma No. 3, en el mejor de los casos, es uno entre muchos ejemplos.

Pero, incluso así, nos las hemos ingeniado para enviar algunos signos que funcionaron.

Signos que probamos y cómo funcionaron (¡o no!)

El uso de nuestro espacio fue un signo temprano. Por más de una década hemos estado alquilando espacio a un preescolar Head Start y a una clase de inglés como segundo idioma, indicando un interés en los niños y en las familias de nuestra comunidad. Primero uno, después dos huertos comunitarios embellecieron nuestro espacio y expandieron nuestros contactos con nuestros vecinos.

La feligresía sintió que iniciar un servicio religioso en español sería un signo enorme, pero el servicio religioso en español no tuvo mayor difusión. Sin embargo, estableció un pequeño grupo de líderes que sirvieron de puente ahora que estamos atrayendo más recién llegados latinos.

Una vez que empezamos a prestar atención a la manera en que nuestros signos estaban -- o no – funcionando, descubrimos que la mayoría de las familias de nuestros preescolares ni siquiera se habían dado cuenta de que sus hijos estaban yendo a la escuela en una iglesia. Incluso las familias en nuestro huerto comunitario no sabían con seguridad si la iglesia podría tener algo que ofrecerles. Algunos hasta creían que los servicios religiosos eran todos en coreano, por haber visto a nuestros miembros anglohablantes de origen japonés y hacer sacado conclusiones erróneas.

Nos dimos cuentas de que necesitábamos signos abiertamente religiosos y signos con elementos culturales con los que la gente del barrio se pudiera identificar.

Nuestro signo religioso más visible es una imagen de la Virgen of Guadalupe -- un pequeño santuario en un espacio para orar al aire libre frente al segundo de los dos huertos. Creamos el santuario porque era una imagen de María que vinculaba a la patrona de nuestra iglesia de maneras que pensábamos que tendrían sentido para los vecinos. Notamos que un santuario de la Virgen de Guadalupe a aproximadamente una milla de distancia atraía plegarias y culto de una gran variedad de vecinos.

Nuestro experimento de Nuestra Señora de Guadalupe nos ha dado muchos momentos gratos. Especialmente alrededor de la fecha de su fiesta, la Virgen exhibe muchísimos signos a los que la visitan: pequeñas ofrendas, fotos, decoraciones, plantas, flores, velas. No cabe duda de que nuestros vecinos están orando. Esperamos que cuando reemplacemos la imagen original un poco desteñida por un nuevo y hermoso mosaico, nuestros vecinos lo interpreten como una ofrenda para el mayor bien espiritual del barrio.

También hemos enviado algunos signos verbales en los que describimos nuestra visión a la gente que conocemos del barrio, pidiéndoles sugerencias y ayuda. Siempre que alguien viene a preguntar sobre usar nuestro espacio le explicamos nuestra identidad y visión básicas y le pedimos que contribuya de alguna manera.

Lo que estamos aprendiendo

Algunos de los mejores signos que tenemos ahora provienen de los feligreses más nuevos que tenemos en la iglesia: actividades que se pueden ver y oír y que conectan con la cultura local. Una banda ensaya música sacra en un estilo que los vecinos conocen y aman, miembros de una asociación local mantienen la iglesia abierta durante la semana para que la gente pueda orar y atender la estatua de la santa patrona de la ciudad, que ahora vive en nuestro santuario.

Poco a poco se está corriendo la voz. Estamos aquí. La gente todavía se pregunta qué tipo de iglesia somos exactamente y la medida en que realmente aceptamos las diversas culturas. Pero tienen una mayor probabilidad que nunca en años recientes de asomar la cabeza y echar una ojeada por sí mismos.

En un momento en que cada vez menos gente se dispone a “encontrar una iglesia”, el fabuloso culto, los maravillosos programas y la formación, educación y hospitalidad en su feligresía no constituyen signos de primer nivel. Muchos de nuestros signos tradicionales significan poco y nada a cada vez menos gente. Esos bonitos letreros “¡La Iglesia Episcopal le da la bienvenida!” y las puertas rojas me vienen a la mente. Nuestros signos inconscientemente comunican exclusividad y rigidez. La falta de signos intencionales es un signo de por sí.

Los signos son altamente contextuales. Para ser efectivos requiere un verdadero conocimiento de la gente que nos rodea.

¿Qué desea comunicar? ¿Desea que sus signos coincidan con ese deseo?

Pruebe lo siguiente 

¿Qué está dando a entender su feligresía? Haga una lista y después considere lo siguiente:

  1. ¿Están sus signos en idiomas (literales o simbólicos) que sus vecinos probablemente entenderán?
  2. ¿Cuál es la correlación entre el mensaje que cree que está enviando y el mensaje que ven sus vecinos? 
  3. Si no está seguro, pruebe hacer preguntas. Pregúntele qué ve a alguien que vea su iglesia todos los días, por ejemplo a un empleado de una tienda, a la vecina de enfrente y hasta al cartero.


Anna Olson vive y trabaja en el diverso barrio de Koreatown de Los Angeles, donde se ha desempeñado desde 2011 como rectora de Saint Mary’s Episcopal Church, la única iglesia episcopal japonesa-estadounidense histórica de Los Ángeles. Su interés y pericia en el ministerio parroquial incluye trabajar con feligresías históricas para conectar las necesidades y los dones de nuevos vecinos, crear modelos de liturgia multilingüe y enculturada; liturgia en espacios públicos y crear espacio para que las comunidades marginadas den nueva forma a la iglesia y la revitalicen. Tiene un compañero y dos hijas, domina el español y tiene un cinturón negro de segundo grado en taekwondo.

Recursos

  • What ARE you Saying?” por Brendon Hunter, puesto en el blog de ECF Vital Practices el 13 de diciembre de 2012 

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This article is part of the November 2014 Vestry Papers issue on Sharing Our Stories