January 2012
Real Basics for Vestries

Junta Parroquial de Toda la Iglesia

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Los cánones de la Diócesis Episcopal de Oregon Oriental permiten la opción de tener una junta parroquial de toda la iglesia. Eso cumple con las necesidades de nuestra diócesis rural, que abarca 69,000 millas de terrenos agrícolas y boscosos y tiene su propia marca registrada de ganado. Más de 2,600 episcopales en 22 parroquias residen en esta región. La mayoría de nuestras parroquias son pequeñas y están muy diseminadas. El vasto espacio abierto se dirige a nuestras almas de maneras quedas y profundas. Sospecho que los que viven en otras diócesis rurales sienten lo mismo.

Nuestra parroquia de St. James, Milton-Freewater, es pequeña. La mayoría de sus miembros son personas de edad avanzada que comparten los numerosos ministerios necesarios para la vida parroquial. Hace unos diez años empezó a ser cada vez más difícil encontrar miembros que se comprometieran a servir en la junta parroquial. Cumplimos con los requisitos de nuestro Canon Diocesano XV, Sección 5, sobre las juntas parroquiales:

(a) Las feligresías con menos de cuarenta (40) miembros adultos que deseen dispensar con la organización de una junta parroquial pueden optar por ocuparse de sus asuntos en reuniones de la feligresía. Esas reuniones ejercerán la plena responsabilidad y autoridad de una junta parroquial como se halla indicado en las Secciones 1 y 4 de este Canon y como se halla indicado a continuación. (El texto completo en inglés se puede ver en nuestro sitio web, en www.episdioeo.org.)

Decidimos que una junta parroquial de toda la iglesia era algo que valía la pena probar. Los resultados fueron increíbles y nunca volvimos atrás.

La estructura que empleamos para nuestra junta parroquial de toda la iglesia es similar a la de una junta parroquial normal. Por lo general nos reunimos mensualmente y según sea necesario. Hallamos que lo mejor para nosotros es reunirnos inmediatamente después del culto dominical y por no más de una hora. ¡Por supuesto, todos traemos refrigerios! El orden del día, las actas de la reunión y los informes financieros ahora se proporcionan a los feligreses por correo electrónico antes de las reuniones y también hay copias impresas disponibles. Tenemos un grupo activo de comités que informan al grupo en pleno.

La mayor diferencia que hemos notado con una junta parroquial de toda la iglesia es la participación de todos los feligreses. Todos están invitados a participar, incluyendo los visitantes e invitados, así como los miembros. Nuestra asistencia es excelente. Cada persona tiene la oportunidad de hablar y se valoran todas las opiniones. Si bien podemos tener perspectivas diferentes, las diferencias se respetan y podemos llegar a un consenso. Esto refleja el modelo benedictino de sabiduría compartida. Desde que adoptamos el modelo de junta parroquial de toda la iglesia hemos dejado de tener quejas de los miembros de que no están informados sobre lo que pasa o de que no se les pide su opinión. En lugar de ello vemos una mayor dedicación a la parroquia y un fuerte sentido de pertenecer al Cuerpo de Cristo.

Varias otras parroquias de nuestra diócesis están empleando el modelo de junta parroquial de toda la iglesia. Chester Markley, de la Iglesia Episcopal St. Patrick en Enterprise, Oregón dice:
“St. Patrick tenía una junta parroquial de todos los miembros cuando empecé a asistir a ella en enero de 2003. Creo que hacer que todos los miembros sirvan en la junta parroquial ayuda a todos los miembros a sentirse parte de la iglesia. Somos parte de la toma de todas las decisiones y podemos expresar nuestra opinión sobre cómo funcionan las cosas y cómo nos sentimos. Eso nos une y permite que nos conozcamos y entendamos de manera más personal.

A su vez, eso hace que seamos una feligresía más fuerte”.

También vemos otras opciones. Beth Spell, de la Iglesia Episcopal St. Thomas en Canyon City, Oregón, señala:

“No tenemos una junta parroquial de toda la iglesia. Tenemos una junta parroquial que no tiene un coadjutor junior o senior. Dividimos esas responsabilidades entre los miembros de la junta parroquial”.

De la Iglesia Episcopal St. Luke en Lakeview, Oregón, el Rev. Rich Landrith escribe:

“Sí, somos una de esas parroquias con una junta parroquial de toda la iglesia. Funciona muy bien para nosotros. Tratamos de reunirnos todos los meses con una comida a la que todos contribuyen después del culto del domingo. Algunos meses estamos demasiado ocupados o no tenemos nada específico que hablar, así que somos muy flexibles con esas reuniones. Hallamos que este formato es una manera muy agradable de hacer la tarea la iglesia y, por cierto, la comida siempre es deliciosa, tan deliciosa que a veces inventamos motivos para reunirnos”.

Los últimos varios años han sido de transición para varias parroquias, incluyendo la nuestra. Dejar de lado los viejos modelos nos permite dejar de pensar en lo que no tenemos que hacer o en lo que no podemos hacer. Nuestro modelo de junta parroquial ha cambiado, al igual que nuestro modelo de sacerdocio. Poco a poco hemos dejado de concentrarnos en nuestra necesidad de “crecer”, que reflejaba el temor subyacente de que nuestra parroquia podría desaparecer. En lugar de ellos aprendimos a estar en Dios y a dejar que el Espíritu Santo dirija nuestros pasos. Al centrarnos en discernir nuestra misión seguimos encontrando maneras de responder al llamado de Dios de ser la Iglesia en nuestra comunidad local y global. Y gradualmente nuevos miembros se están uniendo a nuestra iglesia.

La Rev. Rebecca Hendricks es rectora de St. James’ Episcopal Church, Milton-Freewater, Oregón.

Resources

This article is part of the January 2012 Vestry Papers issue on Real Basics for Vestries