September 2017
Stewardship

La mayordomía Cristiana

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La mayordomía: Una palabra compleja y un concepto difícil. Muchas personas prefieren no hablar del tema, pero a veces es porque no entendemos realmente lo que es. La mayordomía es la administración de lo que Dios nos ha dado. Casi siempre nos referimos a las 3 T: Talento, Tesoro, y Tiempo. Pero también tenemos una cuarta T: la Tierra (la creación) como parte de nuestra mayordomía. A veces olvidamos que somos hijos e hijas de Dios. Dios nos ha bendecido, nos bendice y nos seguirá bendiciendo abundantemente. Pensemos en cómo nos bendice Dios a diario: con tiempo, salud física y mental, energía, talentos, posesiones, relaciones, dinero, comida, hogar, familia… podríamos seguir y seguir, ¿verdad? Esta manera de pensar es ser agradecidos/as por todas las bendiciones que tenemos. Hasta nuestra propia vida es un don de Dios. La mayordomía es una práctica de agradecimiento y generosidad y refleja nuestro caminar con Dios. Nuestra meta debe ser crecer a diario en la fe para poder dar generosamente. Esta meta es un ministerio en sí mientras tratamos de vivir una vida consciente y llena de agradecimiento.

Siendo un buen/a mayordomo/a

Dios nos dio a cada uno/a de nosotros talentos para poder utilizarlos mientras que estamos en el mundo. ¿Cómo usamos nuestros talentos para glorificar a Dios? Una manera es usar esos talentos lo mejor que podamos. Como bueno/as mayordomo/as debemos practicar nuestros talentos, mejorarlos y usarlos cuantas veces podamos para mostrar el amor de Dios a todos/as los/as que lo necesiten. Todos/as tenemos 24 horas diarias y tenemos el poder de decidir cómo vamos a usar ese tiempo. En estos meses han ocurrido varios desastres naturales, como huracanes y terremotos. Tal vez podríamos usar nuestro tiempo para ayudar los/as afectados/as. También podemos usar nuestro tiempo orando por todos los necesitados, enfermos o atribulados. ¿Cómo podemos ser bueno/as mayordomo/as de la Tierra? Una manera fácil que podemos comenzar hoy es apagando la luz cada vez que no la necesitemos y no malgastar agua. Procuremos reciclar siempre que podamos.

Una manera de expresar nuestros valores cristianos es haciendo que la mayordomía sea una prioridad en nuestras vidas. Podemos recordar esto haciéndonos la siguiente pregunta: “¿Cómo puede mi vida entera mostrar que soy una/un cristiano?”. Si nos hacemos esta pregunta constantemente veremos un cambio en nuestra manera de pensar, actuar, hablar, escuchar y dar. Todo lo que hacemos es para la gloria a Dios, incluso en nuestro modo de gastar. Lo primero que tenemos que recordar a diario es que todo le pertenece a Dios. El Salmo 24:1 dice, “Del Señor es el mundo entero, con todo lo que en él hay, con todo lo que en él vive.” En otras palabras, todo es de Dios, todo lo que tenemos viene de Dios, y lo que hacemos con lo que Dios nos encomendó (o prestó) es muy importante.

Para conocer nuestros valores podemos hacer un inventario de dónde ponemos nuestro dinero. Mateo 6:21 dice “Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.” Este inventario de nuestros gastos lo podemos hacer fácilmente escribiendo en qué hemos gastado nuestro dinero en un mes. Podemos dividir nuestros gastos en categorías: ropa, gastos de la casa, limpieza, higiene, donaciones, Iglesia, viajes, comida, entretenimiento, etc. Y podemos separar estas categorías todavía más: comida (supermercado) y comida (restaurantes). Hacerlo nos permitirá ver fácilmente dónde están realmente nuestros valores, tesoro y corazón.

Fieles mayordomo/as de Sus dones

Como bueno/as mayordomo/as, tenemos la responsabilidad de administrar algo que no nos pertenece (porque todo es de Dios). Es un privilegio que nos ha dado Dios y debemos hacerlo cuidadosamente. Cuando hablamos de la mayordomía en la Iglesia a veces nos equivocamos y pensamos que estamos recaudando fondos, pero eso es muy diferente. La Muy Rvda. Miguelina Howell explica que, “La mayordomía es una práctica espiritual de acción de gracias que nos ayuda a acercarnos a Dios. La recaudación de fondos es una actividad específica para recolectar recursos financieros para un objetivo en particular”. Esta práctica espiritual nos ayuda a crecer como personas de fe mientras que la recaudación de fondos ayuda a alcanzar una meta o un objetivo.

Para vivir una vida plena, hagamos la mayordomía de las cuatro T a diario. Pensemos cómo podemos glorificar el nombre de Dios a través de nuestro Talento, Tesoro, Tiempo y el tratamiento de la Tierra. Estas prácticas espirituales que nos acercan a Dios pueden seguir teniendo un impacto positivo aun cuando nuestra vida física termina. Una manera de ser un/a bueno/a administrador/a de todo lo que Dios nos da es planificando para el final de la vida en este mundo. El folleto de ECF sobre la planificación para el final de la vida llamado “Fieles mayordomos de sus dones” te puede ayudar a decidir cómo deseas que se distribuyan tus bienes terrenales para darte tranquilidad y aliviar a tus seres queridos de la carga de tomar esas decisiones. Los planes para tu herencia y el final de tu vida deben reflejar tus valores. Este folleto también te ayudará a saber cómo puedes dejar un legado a tu iglesia.

ECF le mandará este folleto gratis a quien desea uno. Para recibir este folleto, puede registrarse para participar en el webinario “Un Cafecito con Sandra Montes”.

Recursos

  • Un cafecito con Sandra Montes un webinario por Sandra Montes entrevistará al Reverendo Alfredo Feregrino de Nuestra Señora de Guadalupe en Seattle, Washington
This article is part of the September 2017 Vestry Papers issue on Stewardship