January 2019
Vestry as Team

Lo esencial para tener un Equipo de Liderazgo saludable

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Los Equipos de liderazgo* en la Iglesia Episcopal son esenciales para el funcionamiento saludable de nuestras comunidades de fe. Nos recuerdan de la necesidad de tener liderazgo laical y clerical en nuestras congregaciones. Esto nos permite reconocer que cada integrante tiene una función y una responsabilidad única y que la forma de llevar a cabo esta labor es siendo y funcionando como equipo.

Trabajar en equipo es un proceso de colectar diferentes ideas y herramientas de varias personas para producir algo nuevo, algo que una sola persona no puede realizar sola. Es por esto por lo que es crucial que el liderazgo laical y clerical invierta, intencionalmente, tiempo, talento y tesoro a crear una buena dinámica de trabajo en equipo en su equipo de liderazgo.

Cada equipo tiene dos funciones esenciales: completar una tarea y mantener buenas y saludables relaciones entre los miembros. La claridad en estas dos funciones les permite a las personas que son miembros del equipo de liderazgo a tener un sentido de pertenencia y la seguridad de que su tiempo, talento y tesoro son bien utilizados. También motiva a los miembros de la congregación, alentando su interés en el trabajo del equipo de liderazgo.

Lo contrario es verdad también. Cuando no hay claridad en estas funciones, hay caos y desmotivación que es comunicado a la congregación. El resultado final es fatiga y disminución en la generosidad de la congregación en su tiempo, talento y tesoro ya que nadie quiere comprometerse en algo que no tiene futuro.

Una buena dinámica de trabajo en equipo en un equipo de liderazgo envuelve claridad en tres elementos esenciales: tareas, mantenimiento de relaciones mutuas y necesidades individuales. Estos tres elementos permiten que un equipo de liderazgo pueda funcionar de una forma efectiva y que pueda ser una fuente de vitalidad y energía en nuestras congregaciones.

Un vistazo a cada elemento esencial

Tareas: Nuestro propósito

Un equipo es llamado a existir o es creado para cumplir una tarea. La tarea de la Junta Parroquial, Comité del Obispo o Comité Misionero es ser representante legal de la parroquia con respecto a la propiedad corporativa, pero esa definición no es limitada. Hay otras tareas que se pueden definir de acuerdo con el contexto en que dicha congregación se encuentra ubicada y ejerce su ministerio.

No hay que dar nada por hecho. Es importante que los miembros del comité de liderazgo se enteren y conozcan cual es su tarea primordial. Hay que tener mucha intencionalidad en tomar un tiempo para ayudar a los nuevos miembros a conocer sus tareas e invitar a los miembros que llevan más tiempo a que no se olviden la razón por la que están en este cuerpo tan importante en su comunidad de fe.

Esto se hace mejor durante un retiro anual para leer en conjunto e individualmente los reglamentos y leyes que son guían su ministerio. Otras oportunidades para reforzar la comprensión de los miembros sobre sus tareas y propósitos pueden incorporarse a las reuniones y otros eventos a lo largo del año.

Mantenimiento de relaciones mutuas

Las Juntas Parroquiales, los Comités del Obispo o Misioneros que son efectivos mantienen buenas relaciones entre sus miembros de tal manera que cada integrante se siente lo suficientemente seguro y libre para contribuir en el equipo. Nuestras relaciones interpersonales cambian constantemente. Cuando los miembros son conscientes de esto y se ayudan constantemente, es mas fácil cumplir con las tareas asignadas.

Una realidad común es que alguno/as de lo/as integrantes de los equipos de liderazgo preferirían trabajar individualmente en sus congregaciones en vez de ser parte de un equipo. A veces el/la clero invitan a personas a ejercer una función basada en sus intereses y capacidades. Muchas de estas personas han sido reconocidas como líderes en sus respectivas congregaciones por un determinado proyecto o iniciativa que han llevado a cabo de forma exitosa. Muchas veces, esos mismos pueden debilitar el trabajo en equipo. Es imperativo que sepamos mantener nuestras relaciones interpersonales.

Es importante tomar tiempo para conocerse mutuamente y reconocer que todos los miembros traen dones diferentes a este cuerpo. Los rompehielos y otras actividades ayudan a fomentar la unión de equipos. Las herramientas para la conciencia personal, como las pruebas de personalidad, pueden ser una inversión importante para mantener las relaciones. Herramientas como el Indicador de personalidad de Myers-Briggs (o MBTI por sus siglas en inglés) pueden ayudarnos a conocernos y trabajar mejor como equipo.

Necesidades Personales

Cada persona en los equipos de liderazgo trae consigo necesidades personales al equipo. Cuando esas necesidades personales no encuentran un ambiente favorable para ser realizadas, la persona busca las formas en que se puedan realizar algunas veces a detrimento de la función principal del equipo. Es aquí cuando vemos aparecer comportamientos no muy saludables que tienden a interrumpir el trabajo y las buenas relaciones del grupo.

Es importante ayudar a los miembros de los equipos de liderazgo a expresar sus necesidades personales. Estas necesidades pueden variar mucho y ser expresadas de diferente manera. Hay personas que necesitan que se reconozca su trabajo, o ser escuchadas. La necesidad común en muchas personas es el respeto. Es importante que el liderazgo laical y clerical esté consciente de estas necesidades durante las reuniones y fuera de ellas. El tener participación y voz son formas concretas de brindar respeto al papel que cada persona tiene en estos equipos.

El balance

Es esencial mantener un equilibrio en estas tres funciones: Tarea, Relaciones y Necesidades Personales. Cuando una es descuidada las otras dos se afectan y el equipo tiende a no funcionar muy bien. Es importante que el liderazgo laical y clerical en una comunidad de fe invierta tiempo, talento y tesoro para mantener saludable su equipo de liderazgo. Nuestra inversión en la formación de estos líderes en nuestras congregaciones es una inversión para toda una congregación que fortalecerá su confianza en sus líderes y los motivará a querer ser parte del liderazgo en el futuro.

Victor Conrado es Asociado para los Ministerios de la Diócesis de Chicago. Antes de ser llamado a este puesto, fue Rector Asistente para Ministerios Latinos/Hispanos por seis años en la Iglesia Episcopal St. Mark, Glen Ellyn, IL. Victor fue un sacerdote misionero católico romano durante 11 años en Kenia, África. Fue recibido en la Iglesia Episcopal en 2011.

* Nota: Usamos “equipo de liderazgo” para incluir a Juntas Parroquiales, Comités del Obispo y Comités Misioneros

Recursos:

This article is part of the January 2019 Vestry Papers issue on Vestry as Team