July 2012
Communications: Tried, True, & New

Transformación del Boletín

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Todos estamos familiarizados con Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas, donde cada criatura tiene su propia lógica. A sólo un poco más de una década del siglo XXI, enfrentamos comunicaciones al estilo del País de las Maravillas, en las que los medios sociales son el último grito de la moda y todos están fascinados con Twitter, Facebook, YouTube, blogs, e-zines, publicidad en Internet, streaming y tecnología móvil. Puede no ser el Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carroll, pero los líderes y los comunicadores de las iglesia se pueden sentir como el Conejo Blanco, ¡Ay, ay, voy a llegar tarde!

Incorporar nuevas tecnologías nos obliga a volver a pensar y a renovar algunas cosas de probada confianza como una de mis favoritas: el boletín de la parroquia.

¿Para qué sirve hoy en día el boletín de la parroquia?

No hace mucho tiempo, el boletín era la manera principal de asegurar que la feligresía supiera cuando cambiaba el programa de verano y cómo inscribirse en la última clase de educación de adultas. Ya sea si se publicaba semanal, quincenal o mensualmente, su propósito principal era divulgar información, suplementada con un poco de enseñanza e inspiración del rector y tal vez alguna que otra foto de interés.

Hoy en día, los sitios web, las e-noticias, las apps móviles y Facebook alivian mucho esa presión, permitiendo que el boletín comparta más sobre la vida y las historias de la feligresía. Y la vida que compartimos en nuestras iglesias se debe compartir para ayudar a formar la comunidad y atraer a otros a ella. Además, un boletín de la iglesia con historias bien redactadas y buenas fotos crea datos vibrantes de la historia en formación de una feligresía.

Liberar el boletín de las exigencias del calendario significa que se puede optar por la calidad en lugar de la cantidad. Algunas iglesias, como All Saints’ Beverly Hills, St. Stephen’s Richmond y la nueva New River Regional Ministry del sudeste de la Florida están produciendo publicaciones trimestrales vibrantes con artículos que un gran número de sus feligreses lee y disfruta.

Algunas cosas que cuentan

Empiece por un plan Necesita tener aportes del personal y de un grupo de personas con amplios conocimientos y participación en la parroquia. Considere lo que esté por ocurrir que requiera una explicación más completa y las cosas que hayan ocurrido que sean una buena narración. Fíjese en todos aspectos de la vida de la iglesia: culto, niños y jóvenes, educación y formación de adultos, extensión, música, vida comunitaria, grupos, bienvenida a nuevos miembros, mayordomía. Algo significativo está ocurriendo en cada uno de esos aspectos. Puede ser algo de peso, como un nuevo programa de educación de adultos o algo tan simple como la historia de una persona sobre cómo encontró su camino hacia la iglesia o una entrevista de un voluntario. Cree una lista de historias para el próximo número. Incluya notificaciones y otros anuncios breves. Deje espacio para las cosas de último momento olvidadas en la sesión de planificación. Contado hacia atrás desde la fecha en que desee que el boletín se envíe por correo o se publique en línea, calcule las fechas límite: una para los redactores, otra para el proceso de corrección y diagramación, una para producción y una para producción.

Deje que se oigan – y publiquen – muchas voces Con la lista de historias en mano, identifique feligreses dispuestos a escribir sobre sus experiencias enseñando en la escuela dominical, cocinando para los sin hogar, determinando una promesa de mayordomía, recibiendo la oración y el cuidado de la comunidad, creciendo en la parroquia, compartiendo la fe. (Por supuesto, deje que también se oiga la voz del rector). La vida parroquial es rica y nunca faltan historias.

Hable con sus redactores sobre lo que desea y dígales cuántas palabras necesita que tenga cada artículo. Verifique que entiendan que los artículos serán corregidos para acortarlos y hacer que sean más claros. Los lectores de hoy en día están muy atareados y tienen muchas distracciones, y es posible que no estén muy concentrados en lo que leen. Es importante darles suficiente tiempo al corrector de planta o a los voluntarios para hacer que todos los artículos sean animados, cálidos, claros y relativamente cortos.

Diga la verdad con sencillez Al igual que todas las disciplinas, la iglesia tiene su propio vocabulario. Cierta terminología eclesiástica poco conocida, como ábside, confunde a los recién llegados y puede hacer que no se sientan bienvenidos. El lenguaje teológico complejo también es desconcertante y puede ser perturbador. Todos tenemos que encontrar maneras de hablar sobre la fe y nuestra vida juntos que sean accesibles tanto para los que están en búsqueda como los escépticos, y evitar decir cosas como “Si no lo captas, no perteneces aquí”.

El diseño y la producción cuentan La invención de los tipos móviles y el desarrollo de tipos de letra en los siglos posteriores, por no mencionar la explosión reciente de los tipos de letra digitales, significa que la caja de herramientas está repleta. Sin embargo, el buen diseño siempre es sobre simplicidad, facilidad de lectura y espacio. Al igual que la corrección, es sobre si se estimula que el ojo y la mente se detengan o si se los envía a buscar algo más atrayente.

Así que al igual que con el vocabulario, mantenga el diseño simple: uno o dos tipos de letra, algo de espacio en blanco para dejar que respire la página, un poco de color en algunos lugares, pero no demasiado, buenas fotos suficientemente grandes como para que tengan impacto, una diagramación estándar suficientemente flexible como para permitir un grado de interés. (Me gustan las columnas por ese motivo).

Ya sea si desea publicar en papel o principalmente en línea con un suplemento impreso corto, use papel con un cierto peso y con una terminación que realce la diagramación y el diseño. Mucha gente – redactores de planta y voluntarios, correctores y fotógrafos – participan en la creación de su boletín. Hacerlo bien honra sus aportes y refleja nuestra misión de hacer las cosas por nada menos que la gloria de Dios.

Impreso o digital — ¿por qué no ambos? En la época de vacas flacas que enfrentan muchas iglesias, es tentador dejar de imprimir y enviar por correo para reducir costos de impresión y de franqueo. Pero un boletín bien redactado, bien diseñado, con artículos y fotos que reflejen la fe y la vida compartida de la iglesia es algo casi tan bueno como una carta (¿recuerda las cartas?). Algo apreciado entre los catálogos, las cuentas y pedidos que componen la correspondencia de la semana, esperará pacientemente hasta que haya tiempo para leerlo. Visitantes y amigos podrán verlo, extendiendo su alcance más allá del domicilio del feligrés.

Una vez que el boletín se imprime y envía por correo, es sencillo crear un PDF del número y ponerlo en el sitio web para los feligreses que prefieren leerlo en línea y para los visitantes que exploren la iglesia en línea, lo que lo hace doblemente útil. Copias adicionales en la oficina de la parroquia, en la biblioteca y en la mesa de bienvenida extienden su alcance todavía más.

Debe ser divertido
Si la creación de cada número de su boletín es una tarea engorrosa más, no cumplirá su misión de reflejar el significado y la alegría de nuestra vida juntos como cristianos. Eso no significa que producirla no sea trabajoso. Pero encontrar maneras de dar tiempo a la gente para que realice sus tareas, así como para agradecerles y deleitarse en la colaboración y el trabajo finalizado, es importante. Estamos publicando noticias felices y hay deleite en ello.

Tiempo y dinero
En un momento en que los miembros están luchando y su iglesia puede estar enfrentando menos contribuciones, las comunicaciones son más importantes que nunca. Las comunicaciones actualizadas, precisas y cálidas en todos los aspectos, desde los letreros hasta el boletín, el sitio web y otros medios en la red, estimulan a nuestra comunidad y la fortalecen, e invitan a otros a su vida y su fe.

Un buen boletín parroquial desempeña un papel importante tanto en las parroquias con comunicaciones sencillas como en los lugares que han entrado de lleno a nuestro país de las maravillas del siglo XXI. Ninguna otra publicación periódica capta el fluir de la vida de la iglesia con tanta amplitud y dedicación. Requiere mucho tiempo del personal y de los voluntarios crear incluso cuatro números por año y puede parecer imposible. Pero como le dijo la reina blanca a Alicia en Alicia en el País del Espejo, “Muchas veces llegué a creer hasta seis cosas imposibles antes del desayuno”.

¡Manos a la obra!

Susan Elliott es una redactora, correctora y diseñadora gráfica que trabaja principalmente con comunidades de fe. Ha sido directora de comunicaciones de la Iglesia Episcopal St. Columba’s en Washington, DC, por 21 años y consultora independiente desde 2008. Trabajó con la Feligresía de la Catedral y con la Sociedad Coral de la Catedral de Washington, la Guía de Recursos de la Feligresía del Instituto Algan (CRG), la Iglesia Episcopal All Saints', en Beverly Hills, Forward Movement y la Sociedad de Educación Evangélica de la Iglesia Episcopal. Colabora con el Rev. Jay Sidebotham en "Slow down. Quiet. It's Advent!" , una publicación anual de Church Publishing, Inc.

Recursos

Para obtener los boletines mencionados en este artículo en formato PDF descargable, ver:
Seasons of the Spirit, por St. Stephen's, Richmond
All Saints' Life, publicado por All Saints', Beverly Hills
New River Current, publicado por All Saints Episcopal Church, Saint Ambrose Episcopal Church y Centro Hispano de Todos los Santos

This article is part of the July 2012 Vestry Papers issue on Communications: Tried, True, & New