May 2015
Facing Leadership Challenges

Liderazgo efectivo en épocas de cambio y ansiedad

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Los cambios y las transiciones son algo constante en la vida parroquial. Entender la índole del cambio y el papel fundamental que desempeñan las emociones en las vidas de las feligresías y de sus miembros incrementa la efectividad de los líderes parroquiales. Hasta las parroquias con líderes ordenados establecidos encuentran muchos retos.

Cambio: un pez fuera del agua

Imagine un pececito de colores en una pecera. Junto al hogar del pececito hay una pecera todavía más linda. El pececito decide mudarse a esa pecera más linda. La única manera en que el pececito puede llegar allí es saltando de su pecera actual y desplazándose por el aire hasta caer en la nueva pecera. Este pececito es un pez fuera del agua cuando se embarca en esta transición. Cuando el pececito cae en la nueva pecera, encuentra cosas que son un poco diferentes de lo esperado.

“Me siento como un pez fuera del agua” es una frase que algunos emplean para describir la experiencia del cambio, incluso cuando ellos mismos optaron por hacer ese cambio. Casi todas las transiciones, tanto las que elegimos como las que nos imponen, llevan tiempo para llegar del punto A al punto B. Algunos modelos de transición describen esto como un período de desequilibrio o una zona neutral, en la que lo viejo ha finalizado y lo nuevo todavía está en ciernes.

Para las feligresías este período puede estar lleno de ansiedad. La habilidad de los líderes de manejar los cambios, de estar conscientes de sus propios sentimientos y de ayudar a los miembros a manejar sus propias emociones no sólo mejora la jornada de la feligresía durante la transición, sino también su salud, robustez y vitalidad por años venideros.

Por qué prestar atención a las emociones

Prestar atención a nuestras emociones proporciona información, profundiza relaciones y forma comunidad. Los sentimientos desatendidos pueden impedir la comprensión y el cambio. ¿Estuvo alguna vez en una conversación en la que la lógica, los recursos y la razón señalaron un curso de acción y alguien no pudo estar de acuerdo con esa acción o con tomarla? Esa persona puede ser inflexible y expresarse firmemente contra el curso de acción. También puede ser incapaz de expresar un motivo racional por no tomar acción, aparte de “porque siempre lo hicimos de esa manera”. Los sentimientos desatendidos de esa persona pueden obstaculizar la vía hacia el progreso.

La vida emocional de las personas

Identificar cómo no sentimos nos puede dar información sobre lo que necesitamos hacer. Por ejemplo, si identifico que me estoy sintiendo triste, eso me puede informar que estoy sintiendo o anticipando una pérdida real o percibida y que necesito encontrar consuelo y/o apoyo. Con este conocimiento después puedo tomar acción efectiva para responder al sentimiento de tristeza buscando consuelo. También, si puedo identificar que me siento enojado, eso indica que se ha atravesado un límite real o percibido. Ocurrió un entrometimiento que me informa que necesito restablecer o crear un nuevo límite. Si identifico que me siento asustado, eso indica que hay un peligro real o percibido y me indica que tengo que buscar seguridad y apoyo.

Si no nos preguntamos a nosotros mismos qué sentimiento(s) específico(s) estamos sintiendo (a menudo sentimos más de un sentimiento a la vez), podemos encontrarnos viviendo con un sentido de inquietud general. Eso no sólo disminuye nuestra habilidad de estar presentes para los demás, sino que también daña en gran medida nuestra habilidad de tomar buenas decisiones. El funcionamiento cognitivo—la habilidad de procesar información –se reduce cuando hay emociones fuertes como la ansiedad y el temor.

Todas las reacciones emocionales no sólo están informadas por el presente, sino también por las experiencias y el temperamento; todas las emociones son válidas y se deben honrar. Aprender a reconocer nuestras reacciones emocionales como parte de quienes somos puede ser un paso adelante hacia escoger una reacción sana a nuestros sentimientos, lo que a su vez ayuda a minimizar nuestra inquietud.

Estrategias de liderazgo para honrar e integrar emociones

Los líderes pueden sentar el tono emocional de una feligresía. Cuando hay confianza entre los líderes y la feligresía, los miembros toman ejemplos emocionales de sus líderes. Para ayudar a formar esa confianza, los líderes efectivos encuentran recursos (como otros líderes de confianza, directores espirituales) para procesar sus propias emociones difíciles antes de intentar liderar a una feligresía que está por embarcarse en un cambio. También deben esforzarse en identificar sus sentimientos, en estar informados sobre lo que indican esos sentimientos y en cumplir con esa necesidad de manera apropiada. Los líderes efectivos no juzgan ni sus respuestas emocionales ni las ajenas y en ninguna circunstancia aceptan conductas inapropiadas de los miembros o de los líderes. Si se humilla, culpa o ataca a alguien, los líderes efectivos pausan la conversación, invitan la presencia del Espíritu Santo mediante la oración y proporcionan espacio para la exploración de sentimientos.

Los líderes efectivos son buenos mayordomos de sus propios recursos emocionales. Permanecen concentrados en sentimientos positivos incorporando diversión y alegría a sus vidas; conservan su sentido del humor; practican visualizarse a sí mismos en un balcón para poder mirar desde ahí arriba situaciones difíciles, para ver la dinámica, y entienden que ellos no tienen la responsabilidad de “arreglar” todos los problemas de la feligresía por sí solos. Pueden visualizarse a sí mismos en una burbuja protectora para ayudarlos a no tomar las quejas y las críticas personalmente, lo que previene que pasen a ser emocionalmente reactivos. Ante todo, los líderes efectivos son pacientes con los miembros con probabilidad de pasar por un período de transición a un ritmo más lento que los líderes, que obtienen información antes que otros y que se concentran intencionalmente en el trabajo de la transición.

Pruebe lo siguiente

Individualmente, como equipo de liderazgo o feligresía (antes de probar alguna de estas sugerencias con una feligresía, pruébela primero con el equipo de liderazgo)

1. Reflexione sobre algún momento en que optó por hacer un cambio o una transición en su vida: tal vez renunció a un empleo o aceptó uno nuevo o inició o finalizó una relación significativa.
a. ¿Cuáles fueron los retos y dones inesperados en el momento de la transición?
b. ¿Qué estrategias o fuentes de apoyo lo sostuvieron durante esa época de transición?
Ahora reflexione sobre un cambio o una transición en su vida que usted no escogió. Conteste las mismas dos preguntas. ¿Cómo pueden apoyarlo esas estrategias ahora que está en medio de un cambio o de una transición?

2. Practique parar e identificar sus emociones relativas a un evento o a un asunto que esté enfrentando. Empleando herramientas disponibles en los libros de William Kondrath (indicados más abajo), identifique lo que ese sentimiento le está diciendo y decida cómo suplirá esa necesitad. Compártalo con otra persona mientras que el que lo esté escuchando practique estar presente y recibir lo que se comparte; recuerde que todas las emociones son válidas.

3. Dedique tiempo durante una reunión de la junta parroquial para compartir cómo usted y otros son buenos mayordomos de sus recursos emocionales. Explore la manera en que los miembros de la junta parroquial pueden apoyarse los unos a los otros en este esfuerzo.

Robin Hammeal-Urban es canóniga de la Mission Integrity and Training (Misión Integridad y Capacitación) para la Iglesia Episcopal de Connecticut. Desempeñándose en esa capacidad desde 2000, trabajó con numerosas feligresías después de mala conducta de liderazgo anteriormente de confianza y también asistió a feligresías de tamaños desde pastorales a corporativas situadas en comunidades acomodadas, de clase media y de bajos ingresos. Además de coordinar la atención y el apoyo oportunos y apropiadas para todos los afectados por la mala conducta, Robin elabora normas y prácticas para incrementar la seguridad de las feligresías, y promueve, diseña y facilita oportunidades para incrementar todavía más la capacidad de los ministros y líderes legos. Ha sido asesora y capacitadora en numerosas diócesis y oradora en conferencias locales, provinciales y nacionales.

Recursos

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This article is part of the May 2015 Vestry Papers issue on Facing Leadership Challenges