May 2020
Telling our Story

El corazón de la iglesia es misión

El Ministerio de Comunicaciones en la Diócesis Episcopal de Puerto Rico está compuesto por un equipo de creativos que incluye un diseñador gráfico y un diseñador artístico. Contamos con una imprenta y el último año, hemos inaugurado una sala de grabación de audio, estudio de radio, estudio de grabación de video y una emisora en AM con cobertura en el sur de la Isla.

Rafael Morales, nuestro obispo diocesano, ve las comunicaciones como una inversión y no como un gasto, y le ha dado mucha importancia al ministerio de las comunicaciones en esta diócesis. Ha dado mucho énfasis en la producción digital como una herramienta de apoyo a la misión de la iglesia y la pastoral que hace nuestra iglesia en Puerto Rico.

En la medida en que la feligresía se sienta mejor comunicada, tiene más sentido de pertenencia con la iglesia. Una buena comunicación en todos los ámbitos de la iglesia se refleja en la evangelización, el discipulado y la mayordomía. Si la feligresía recibe buenos materiales digitales e impresos, con seguridad responderá de la mejor manera a cualquier campaña que se emprenda en estos tres ámbitos.

La importancia de las comunicaciones en los tiempos difíciles

Es importantísimo que cada iglesia y diócesis tenga un ministerio de comunicaciones. Los cristianos tenemos la obligación de transmitir nuestra fe (evangelizar). Ahora no hay disculpa para que una iglesia no cuente con desarrollo en el área de las comunicaciones. La necesidad de ser visibles en el mundo es mucho más importante durante esta pandemia, y lo más fácil y rápido es ser visibles a través de los medios sociales.

Porque tenemos un ministerio de comunicaciones ya establecido, estábamos preparados para asumir el reto que nos impuso la pandemia. La oficina diocesana de comunicaciones contaba con todas las herramientas para darle al clero y a los feligreses una vitalidad sorprendente.

Algunos clérigos y lideres en las congregaciones ya conocían el uso de algunas herramientas para videoconferencia como zoom, y Facebook Live. Las personas que no las conocían se adaptaron rápidamente y logramos mantener viva la iglesia, aunque nuestros templos estuviesen cerrados.

Algunos ministerios de la iglesia como el de los jóvenes y el de las mujeres, también encontraron en las redes sociales un vehículo para continuar ministrando. Fue extraordinario ver la iglesia rodeando al obispo y a través de los medios encontrando la manera de llevar el mensaje de Cristo a todo el pueblo puertorriqueño.

Desde mi llegada a Puerto Rico en febrero 2018, ha sido fácil desarrollar e impulsar La Oficina de Comunicaciones y Evangelización Digital. El Obispo Morales ve el ministerio de las comunicaciones como un ministerio importante y vital, especialmente en estos tiempos y los proyectos no se ven enfrascados en la burocracia que se ve en algunas diócesis. Podemos trabajar de una velocidad sorprendente, probar y ajustar nuestros proyectos antes de producirlos.

La diócesis de Puerto Rico se une alrededor de la misión

Me da mucha esperanza el liderazgo del Obispo en todos los ámbitos de la Iglesia y su apoyo para las comunicaciones. Siempre ha estado al frente de la diócesis, impulsándonos a más. El lema de nuestra diócesis es “El Corazón de la Iglesia se llama Misión” y ha llamado 2020 el Año de la Misión. El obispo tiene una transmisión de reflexiones tres veces a la semana y también ofrece reflexiones los domingos.

Pero lo mas esperanzador es ver nuestras iglesias comprometidas a la misión y alineadas a la visión del obispo. Esto se pudo ver más en la Semana Santa, cuando todos los servicios se hicieron virtualmente, y eso me llena de optimismo. Como dice el slogan que recalcamos muchos: “Los Templos están cerrados, pero la Iglesia sigue viva”. Pudimos hacer esto porque nuestra oficina de comunicaciones estaba lista.

La iglesia – es decir la gente – han estado usando nuestros recursos, especialmente los que están en las redes sociales. Me ha sorprendidosu respuesta durante esta cuarentena, viviendo su fe a través de los medios sociales, especialmente por las redes sociales. Y no sólo en Puerto Rico sino de muchas partes alrededor del mundo.

Pasos para un ministerio de redes sociales eficaz

Como Cristianos tenemos la obligación de transmitir nuestra fe y he aprendido que los medios sociales son un canal efectivo para hacerlo, solo se requiere interés de hacerlo.

Mis cinco consejos para que un ministerio de comunicación sea eficaz:

  1. Interés del obispo (si es a nivel diocesano) y del vicario/sacerdote (si es a nivel de congregación). Si no hay una persona capacitada para hacer las comunicaciones, hay miles de videos en YouTube que te indican cómo hacerlo, sobre las herramientas y cómo usarlas.
  2. Como cabezas de la iglesia, los y las obispos deben entender que las comunicaciones son parte importante de la iglesia y que deben destinar buena parte del presupuesto diocesano para su desarrollo. Un ministerio no puede ser sostenible sin el apoyo del liderazgo diocesano.
  3. El dinero no es una limitante para desarrollar un ministerio de comunicaciones: ¡Si tienes un móvil inteligente con conexión a internet, ya puedes empezar!
  4. Hay mucho contenido en las redes sociales y en la web, por lo tanto, es importante generar muy buen material.
  5. Las comunicaciones no solo son las redes sociales. Tiene que ver con material impreso, desarrollo de aplicaciones móviles, educación virtual, material promocional, etc.

Sigamos adelante con el ministerio de comunicaciones. Sigamos aprendiendo y buscando mejores maneras de ser una iglesia viva y comprometida. Al transmitir nuestra fe estamos transmitiendo amor, paz, esperanza y fe a un mundo lleno de duda y miedo, especialmente en estos momentos. Dios nos llama a ser luz y a compartir el amor de su Hijo Jesucristo con todo el mundo. ¡El corazón de la iglesia se llama misión!

Algunas maneras que la diócesis de Puerto Rico comunica su compromiso a la misión:

El Rvdo. Edgar Giraldo es Director de Comunicaciones y Evangelización Digital de la Iglesia Episcopal Diócesis de Puerto Rico. Es sacerdote episcopal e ingeniero electrónico, está casado y tiene dos hijos.

Recursos:

This article is part of the May 2020 Vestry Papers issue on Telling our Story