En este video con el Padre Uriel López aprendemos sobre una parroquia bilingüe. Nos habla de la mayordomía, de la junta parroquial y de la formación de los líderes. Algo que me llamó mucho la atención es que habla sobre un retiro que tiene que se llama Mi Tercer Día. Es una modificación del Cursillo de Cristiandad y del Arco Iris (adaptado por el Rvdo. Alejandro y Laura Montes) y como ellos, el retiro Mi Tercer Día está centrado en la experiencia de resurrección. “Jesús estuvo en la tumba y sale a darnos su vida y darnos nueva vida. Jesús nos da nueva vida y nos llama a estar vivos,” nos dice el Padre López. Y me recuerda de la vida que sentí durante unas vacaciones en la Playa de la Isla del Padre. Aunque estoy de “vacaciones” durante el verano por ser maestra no he parado de trabajar. Decidí que necesitaba irme de viaje a un lugar que me encanta – la playa. Necesitaba, como nos dice el Padre, tener una experiencia de resurrección. El agua, el sol, la arena, y aun manejar por seis horas me dieron nueva vida. Disfruté cada instante hasta que tuve que regresar a la realidad. Disfruté el agua por horas y cada vez que me metía al agua sentía que me bautizaba una vez más. Cantaba todos los cantos que me venían a la mente al estar inmersa en el agua fría que refrescaba mi piel bronceada. Oraba, suspiraba, soñaba, y hasta discutía en ese tiempo de reflexión y descanso. La música del agua me acompañaba y me respondía. Me abrazaba, me arrullaba, y me cargaba. Desde que llegué a la Isla un martes por la tarde hasta que me fui de ella un sábado al mediodía, mi corazón se llenaba y mi copa rebosaba de felicidad, agradecimiento, y amor. Tuve mucho tiempo para pensar, planear, y resolver algunos asuntos pendientes en mi vida. Estaba muy consciente que soy pequeñita en este universo inmenso pero a la vez parte importante del todo. Estaba conectada con el sol que salía y el que se ponía – el mismo sol, pero se sentía tan diferente en mi piel. Estaba conectada con la arena que recibe conchas de tantos colores y tamaños que me hablaban y me contaban de otros lugares y de otras personas. Estaba conectada con el viento que se llevaba mi sombrero y me traía aromas de todas partes. Estaba conectada con la gente: cada una era una representación diferente y real del Cristo resucitado. El muchacho que no me cobró el uso de la sombrilla que rentaba, la muchacha que no me cobró la cena, el hombre tambaleando por el alcohol que me sonrió, la niña que me tomó unas fotos, el bebé que corrió a mi lado aunque su madre lo llamaba - toda persona que todavía llevo en mi mente son Cristo y me dan nueva vida. El Padre López nos habla de Mi Tercer Día, una experiencia de resurrección que nos llama a estar vivos. Hoy, en medio de cualquier situación puedes estar viva. En medio de los problemas de mayordomía y formación del liderazgo puedes estar vivo. En medio de la falta de membresía y compromiso puedes vivir. En medio de todo lo que nos hace el Cuerpo de Cristo puedes contestar el llamado de estar viv@. " /> Episcopal Church Foundation Vital Practices - Blogs - El llamado a estar viv@s

August 10, 2015

El llamado a estar viv@s

Tengo la oportunidad de conocer a varias personas cuando viajo y he podido captar una parte de sus historias cuando las entrevisto. Para compartirlos tengo que editarlos y aprendo mucho porque paso bastante tiempo con cada video – y así con cada persona. 

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En este video con el Padre Uriel López aprendemos sobre una parroquia bilingüe. Nos habla de la mayordomía, de la junta parroquial y de la formación de los líderes. Algo que me llamó mucho la atención es que habla sobre un retiro que tiene que se llama Mi Tercer Día. Es una modificación del Cursillo de Cristiandad y del Arco Iris (adaptado por el Rvdo. Alejandro y Laura Montes) y como ellos, el retiro Mi Tercer Día está centrado en la experiencia de resurrección. “Jesús estuvo en la tumba y sale a darnos su vida y darnos nueva vida. Jesús nos da nueva vida y nos llama a estar vivos,” nos dice el Padre López. Y me recuerda de la vida que sentí durante unas vacaciones en la Playa de la Isla del Padre.

Aunque estoy de “vacaciones” durante el verano por ser maestra no he parado de trabajar. Decidí que necesitaba irme de viaje a un lugar que me encanta – la playa. Necesitaba, como nos dice el Padre, tener una experiencia de resurrección. El agua, el sol, la arena, y aun manejar por seis horas me dieron nueva vida. Disfruté cada instante hasta que tuve que regresar a la realidad. Disfruté el agua por horas y cada vez que me metía al agua sentía que me bautizaba una vez más. Cantaba todos los cantos que me venían a la mente al estar inmersa en el agua fría que refrescaba mi piel bronceada. Oraba, suspiraba, soñaba, y hasta discutía en ese tiempo de reflexión y descanso. La música del agua me acompañaba y me respondía. Me abrazaba, me arrullaba, y me cargaba. Desde que llegué a la Isla un martes por la tarde hasta que me fui de ella un sábado al mediodía, mi corazón se llenaba y mi copa rebosaba de felicidad, agradecimiento, y amor. Tuve mucho tiempo para pensar, planear, y resolver algunos asuntos pendientes en mi vida.

Estaba muy consciente que soy pequeñita en este universo inmenso pero a la vez parte importante del todo. Estaba conectada con el sol que salía y el que se ponía – el mismo sol, pero se sentía tan diferente en mi piel. Estaba conectada con la arena que recibe conchas de tantos colores y tamaños que me hablaban y me contaban de otros lugares y de otras personas. Estaba conectada con el viento que se llevaba mi sombrero y me traía aromas de todas partes. Estaba conectada con la gente: cada una era una representación diferente y real del Cristo resucitado. El muchacho que no me cobró el uso de la sombrilla que rentaba, la muchacha que no me cobró la cena, el hombre tambaleando por el alcohol que me sonrió, la niña que me tomó unas fotos, el bebé que corrió a mi lado aunque su madre lo llamaba - toda persona que todavía llevo en mi mente son Cristo y me dan nueva vida.

El Padre López nos habla de Mi Tercer Día, una experiencia de resurrección que nos llama a estar vivos. Hoy, en medio de cualquier situación puedes estar viva. En medio de los problemas de mayordomía y formación del liderazgo puedes estar vivo. En medio de la falta de membresía y compromiso puedes vivir. En medio de todo lo que nos hace el Cuerpo de Cristo puedes contestar el llamado de estar viv@.