Episcopal Church Foundation Vestry Papers - for leading congregations

An English version of this article is available here.

El filósofo francés y cristiano, Gabriel Marcel, expone de manera elocuente el concepto de Disponibilidad. La disponibilidad no se trata de una actitud pasiva—antes por lo contrario. Nuestra disponibilidad implica algo más que hacernos presentes. También brindamos todos nuestros recursos a cualquier situación, encuentro o relación. Implica una actitud abierta, una manera de ubicarnos en el mundo que permite que obre el Espíritu Santo en nosotros y por medio de nosotros a fin de responder a las profundas necesidades del mundo. Si practicamos la esperanza, generosidad, valentía, bondad—todos los carismas del la fe—los recursos que podemos brindar se vuelven cada vez más profundos y tenemos más para brindarle al mundo. El modelo y ejemplo máximo de la disponibilidad es Jesucristo.

Cuando se acerca el final de un ministrio, muchas veces estamos cansados, desilusionados o de alguna manera nos sentimos vacíos. Ya sea un líder ordenado o un líder laico, siente uno la tentación de desprenderse antes de que llegue el último momento. Es lógico es impulso ¿pero es fiel? Nuestra fe, cuando lo permitimos, nos llena de gracia. Más que de costumbre, esos “momentos finales” de un ministerio nos dan la oportunidad para aceptar la plenitude de gracia que Dios siempre nos desea ofrecer a fin de que nosotros también podamos practicar la disponibilidad.

En estos momentos, estoy empezando un momento de transición. Queda claro que mi papel en el ministerio que practico actualmente ya está por terminar y todavía no sé cómo se manifestará mi llamado en el futuro. Estos han sido años difíciles y hermosos, lanzando una nueva congregación y luego pasando a una época de mayor estabilidad y rutina. Ha sido un reto tratar de animar la energía que acompaña un nuevo ministerio y a la vez, apoyar el orden que permite un ministerio más establecido. El mes pasado se me brindó la oportunidad de hacer un retiro de 30 días para hacer los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. Mis días se iban en caminatas largas a orillas del Lago Tahoe y encuentros profundamente conmovedores con las narrativas bíblicas de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo. Durante los próximos meses pienso publicar una serie de ensayos para explorar la gracia y e inspiración que encontré durante el retiro. También le pido a Dios que esta inspiración y gracia también me brindarme a mi misma y recursos de fe más profundos a la despedida que tengo por delante.

Mientras tanto, ya sea que te encuentres al principio, en medio o a finales del ministerio al que fuiste llamado/a, ¿qué tan disponsibles estás para aceptar los carismas de gracias que te quiere brindar Aquél quien te creó, te ha redimido y te suigue fortaleciendo? ¿Cómo practicas la disponibilidad?