October 29, 2021

La Iglesia en español

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Cuando era chica, yo iba a la iglesia en México con mi mamá y mi hermana mayor. La misa era en español y en la frontera de Arizona, EE. UU. y Sonora, México. A los años, empezamos a ir a la iglesia en los EE. UU. y mi papá y mi hermana mediana nos acompañaban. Esta misa era en inglés y aunque conocía a otros jóvenes en esta misa por que íbamos juntos a la escuela, el idioma de inglés me constaba en la iglesia. Soy criada en los EE. UU. y toda mi educación ha sido en inglés, pero mi idioma con Dios es en español.

Cuando llegué a la universidad en el noreste de los EE. UU., buscaba oportunidades para oír español. Iba a la mesa donde se hablaba español durante el almuerzo, al grupo de Latinas los jueves en la noche, donde muchas hablábamos español, y oía la música en español en mi residencia. Cuando mi comprometido y yo decidimos casarnos en el noreste de los EE. UU., al fin de mi carrera en la universidad se nos complicó el proceso porque los dos fuimos criados en la iglesia en español en México y el oeste de los EE. UU. ¡Dios proveyó por nosotros un clero que hablaba y cantaba en inglés y español en mi universidad! Era un clero de la Iglesia Episcopal y él fue quien celebró el rito de nuestro matrimonio. ¡Hasta cantamos “De Colores” durante nuestro servicio! ¡Qué gusto!

A los dos años nació nuestra hija y por fin decidimos buscar una iglesia para nuestra chica familia. Fuimos a nuestro primer servicio desde nuestra propia boda en la iglesia episcopal el día 22 de septiembre del año 1996. Nuestra hija tenía 3 meses en ese tiempo. Ahora han pasado 25 años desde esa ocasión. En estos 25 años mi vida ha resultado rica y como si fuera un sueño. Por su puesto, no todo sale perfecto, pero tengo muchísimo que le agradezco a Dios. Hoy nuestra hija tiene 25 años, y nuestro hijo tiene 21 años.

En agosto del 1999, fuimos a nuestro primer servicio en español en La Iglesia Episcopal de San Pablo en Phoenix, Arizona. Es una congregación con servicios solamente en español. Allí oí los rezos de mi niñez. La música en español le habló a mi espíritu. En ese entonces, San Pablo se reunía en una iglesia vieja y chica. Era mas como una capilla y no tenía aire acondicionado. El calor era natural, y mas todavía con el Espíritu Santo.

Nuestra segunda iglesia de habla español fue en La Iglesia Episcopal de San Mateo en Chandler, Arizona. En el 2001, ofrecía servicios en español e inglés. Hoy solamente se ofrece servicio en inglés. En San Mateo, nos encontramos por primera vez en la situación que San Mateo era el hermano chico de Saint Matthew’s. No había mucha diversidad en cada uno de los servicios y no se veían los de habla inglesa con los de habla hispana los domingos. Los de habla inglesa hacían todas las decisiones para la congregación.

En 2007, nos mudamos a San Diego y empecé a trabajar como ministra de Niños, Jóvenes, y Familias en La Catedral Episcopal de San Pablo. Allí también se encontraban servicios en español y en inglés. Y también las personas no se veían los domingos. Fue mi buena fortuna servir en mi ministerio por que yo sabía que los niños y jóvenes que iban al servicio de habla español hablaban inglés. La barrera que posiblemente existía con los adultos que solamente hablaban inglés o español para los niños y jóvenes no era un dilema porque todos estaban asistiendo las escuelas en San Diego y sabían inglés. Por esta razón fue posible reunir los grupos de jóvenes para que compartieran en viajes de campamento. Se ofrecieron líderes que hablaban inglés y español para que se pudieran comunicar fácilmente con los familiares de los jóvenes durante los viajes. Los viajes de campamente fueron un gran éxito durante mis dos años en ese ministerio. Cuando se acabó el dinero para mi posición, la iglesia decidió compartir el trabajo entre tres personas y desafortunadamente se acabó la camaradería entre los jóvenes.

Las personas que hablan ambos inglés y español que pueden ayudar a nuestra próxima generación a compartir con las personas “del otro servicio”. Dios nos pide que cuidemos de nuestro prójimo. Esta es una manera como empezar a integrar a nuestras congregaciones de ambos idiomas.